LA GRAMINOLA – NÚMERO 58 – 3 DE ENERO DE 2019


Puedes seguirnos también desde FACEBOOK, donde os espero a todos con los brazos abiertos, en el siguiente enlace: LA GRAMINOLA. LA REVISTA MUSICAL QUE SE LEE Y SE ESCUCHA. Desde aquí puedes saborear más contenidos y más música.

Ya sabéis que la base de la revista es dar un pequeño repaso con las novedades que presentaban las listas de éxitos que he ido confeccionando desde hace cincuenta años. Cada nuevo número empezamos por la lista actual de cada semana y a continuación seguimos viajando hasta las listas de hace 50, 40, 30, 20 y 10 años. Todos los éxitos de la música desde el año 1967 irán apareciendo por aquí.

Junto a las listas distintas secciones a cada cual más recomendable. En «Los Pioneros» rememoramos la música y los artistas que inspiraron a todos los que vinieron después. Nuestro póster, a doble página en el centro desmenuza cada semana un disco que fue, es y será muy grande. En la sección «También es Música» le damos cabida a esas canciones y esos artistas que a su manera también han tenido protagonismo, en muchas ocasiones de manera inesperada. Y la contraportada es el colofón con noticias de actualidad musical, efemérides y música española.

Echándole un vistazo a la portada de cada día os podéis hacer una idea del contenido de la revista. Junto a cada fotografía hay un texto que contiene un link que te lleva directamente a la página en cuestión, pero yo os recomiendo ir por orden, ir leyendo desde el principio al final porque la música lo merece. Y recordad que siempre estaré abierto a cualquier crítica, consejo, sugerencia o petición que vosotros, Graminoleños, me hagáis.

 

NUESTRA PORTADA

 

Aprovechando que iniciamos el año sin ninguna nueva entrada en la lista de actualidad, os propongo a cambio disfrutar de la espectacular música de Coldplay con el álbum grabado en directo en la ciudad Argentina de Buenos Aires. Empezamos a lo grande con un vídeo repleto de buena música y de unas imágenes verdaderamente impresionantes.

 

 

 

Como os prometí la semana pasada, la sección dedicada a los auténticos pioneros de la música esta dedicada en el día de hoy a un grupo formado por cuatro jóvenes norteamericanos de ascendencia italiana que triunfaron a lo grande por su sincronización vocal y, sobre todo por el llamativo falsete de su vocalista principal. Se trata de The Four Seasons de los que además de ofreceros su música os cuanto algunas cosas de su historia que está repleta de anécdotas y situaciones bastante llamativas.

 

 

La lista de los 60 de esta semana nos trae dos nuevas entradas, ambas con protagonismo español. Los Ángeles y Joan Manuel Serrat nos ofrecen dos de las canciones con las que triunfaron en aquellos tiempos, manteniendo su etiqueta de asíduos a «La Graminola».

 

 

 

La lista de los 70 de esta semana nos trae el debut de Rocío Jurado y la música de un grupo italiano de rock sinfónico que se pasó a la música disco para lograr por fin el éxito a nivel internacional. Se hacían llamar New Trolls y triunfaron a lo grande en nuestro país gracias al mundo del cine.

 

 

El póster central de esta semana ofrece lo prometido la semana pasada. Por él van a circular los diez discos internacionales que a criterio de «La Graminola» merecen la matrícula de honor. No se puede pedir mejor música que ésta.

 

 

Pilló a todo el mundo con el paso cambiado. Su eterno flequillo, su espectacular voz, su cara angelical y su elengancia al vestir, en sus primeros tiempos casi siemrpe con traje y corbata, no encajaban demasiado en un artista que hacía música para bailar, pero él rompió todos los moldes y triunfó a lo grande. Rick Astley protagoniza en solitario la sección dedicada a la  década de los 80.

 

 

 

El protagonismo de la sección que dedicamos cada semana a la lista de los 90 recae en exclusiva sobre una por entonces muy joven Shakira que a base de pop fresco y con aires latinos empezaba a consolidarse como una de las artistas sudamericanas más importantes del momento. A ritmo de mariachi nos ofrece hoy uno de sus grandes clásicos.

 

 

El protagonismo de la lista del nuevo milenio recae en la figura de Beyoncé, otra de las grandes artistas a nivel internacional de la actualidad, aunque moviéndose en un estilo bien diferente.

 

 

Cerrábamos el año 2018 con aberrantes canciones navideñas y abrimos el 2019 con temas similares. Algunos sonrojantes momentos navideños del mundo de la música sirven para decir adiós a la sección de «También es Música», pero no os preocupéis que la semana que viene tendremos una nueva secci´n que nos traerá grandes momentos musicales.

 

 

Llega el momento de poner fin al primer número de «La Graminola» de 2019 que esperemos venga cargado de tan buena música como la que nos traen Renato Carosone, Mercado Negro, LP y Frankie Goes to Hollywood.

 

 

 

LA LISTA DE LA GRAMINOLA

La primera lista de actualidad de «La Graminola» del año 2019, aunque realmente habría que hablar de la última de 2018 ya que se publicó el pasado domingo 30 de diciembre, no presenta ninguna nueva entrada, lo que de algún modo es de agradecer porque mucho me temo que estos nuevos 365 van a seguir trayéndonos más de lo mismo.

Para abrir el nuevo año con un gran sabor de boca os ofrezco uno de los cortes que aparecen en un álbum grabado en directo que acaba de salir al mercado. Sus protagonistas son Coldplay que ofrecen momentos tan brillantes como este «A Sky Full of Stars» de ese álbum titulado «Live in Buenos Aires», grabado en la capital Argentina el 27 de noviembre de 2017. Con escenas como ésta se acrecenta la opinión de lo que hoy día triunfa es una auténtica porquería. A disfrutarlo.

 

LOS PIONEROS

La semana pasada, repasando la lista que le dedicamos a la década de los 70, pudimos asistir a la entrada del tema central de la película «Grease», uno de los grandes acontecimiento del año 1978, cuyo protagonista era Frankie Valli, un artista desconocido para los más jóvenes, a quienes iba dirigida la película, aunque fuese un auténtico veterano de la música que al frente de su grupo obtuvo un éxito descomunal sobre todo en la década de los 60.

Ese grupo se hizo llamar The Four Seasons y para que nos hagamos una idea de lo que supuso su música durante la década de los 60 os diré que en Estados Unidos llegaron a estar a la misma altura en lo referente a popularidad y ventas que los mismísimos The Beach Boys. Así pues vamos a disfrutar en el día de hoy de algunas de las canciones más representativas de la carrera de estos pioneros de ascendencia italiana que son parte importante de la historia de la música moderna.

 

SHERRY

El grupo estaba formado por cuatro jóvenes amigos norteamericanos de ascendencia italiana que tenían como denominador común el amor por la música. El liderazgo de la banda siempre recayó a partes iguales entre Frankie Valli y Bob Gaudio, algo que ninguno de los dos encajaba demasiado bien porque ambos creían estar por encima del otro, mientras que los otros dos integrantes de la banda, Tommy de Vito y Nick Massi siempre estuvieron de alguna manera a la sombra del protagonismo de sus dos amigos. Eso sí, realmente Valli sería para casi todo el mundo el gran líder de la banda ya que de hecho muchos de sus discos los firmaron como Frankie Valli & The Four Seasons.

La verdad es que era difícil decidirse por quien era el verdadero líder del grupo. Gaudio era el compositor de la mayoría de las canciones que les llevaron al estrellato, mientras que Valli era el vocalista principal y además tenía una peculiar manera de cantar con un falsete muy característico que llamaría poderosamente la atención del público desde el primer momento. Esa manera tan suya de cantar le acarrearía algunos problemas en los inicios ya que hubo algunas casas discográficos que lo veían hasta ridículo y no estaban dispuestas a publicar sus discos mientras cantara con ese tono. Cuanto necio ha habido y seguirá habiendo en el mundo de la música.

En un primer momento tomarían el nombre de «The Four Lovers», que cambiarían convenientemente de una manera un tanto casual y anecdótica. Un buen día realizaron una audición en una bolera convencidos de que iban a salir de allí con un contrato discográfico debajo del brazo. Esa bolera se llamaba «Four Seasons» y decidieron tomar su nombre pensando que allí empezaba lo bueno. Curiosamente la audición sería un fracaso y no lograrían ese contrato pero mantendrían su nuevo nombre ya que habían gastado bastante dinero en crear una sociedad del mismo nombre para gestionar sus ganancias. Éstas tardarían un poco más en llegar, pero finalmente llegaríán.

Sería en el año 1962 cuando les llegaría su gran momento de gloria. Gaudio compuso una canción que según pudo saberse posteriormente estaba dedicada a Jackie Kennedy. De hecho su título iba a ser precisamente «Jackie», pero en el sello discográfico que por fin les contratón no acababa de gustar la idea. Por este motivo pensaron en darle entonces el título de «Terri», pero no les sonaba demasiado bien. Finalmente encontraron el título adecuado.

El mejor amigo de Gaudio tenía una hija que atendía al nombre de «Sherry» y ése sería el título final de la canción. Una composición espectacular, banda sonora auténtica de la música de los 60 y en la que el falsete de Valli sorprendió a propios y extraños, convirtiéndose en el primer número uno de su carrera y en uno de los éxitos más grandes que haya dado nunca el doo-wop.

 

BIG GIRLS DON’T CRY

La manera de cantar de Valli, sin embargo, recibiría sentimientos encontrados por parte de la crítica. Había quien consideraba que su falsete era uno de los grandes acontecimientos del año musicalmente hablando, mientras que otros pensaban que era un horror oirle cantar así y que su éxito iba a ser flor de un día. El tiempo pondría a cada uno en su lugar.

No habría que esperar mucho tiempo para que llegara su siguiente éxito. A finales del año 1962 aparecería en el mercado un nuevo sencillo con el que iban a demostrar que habían llegado para quedarse y por así decirlo que si la gente no quería caldo ahí iban dos tazas. Me explico que me estoy viniendo arriba y se me está yendo un poco la cabeza.

Ellos no estaban dispuestos a renunciar a su manera de interpretar y querían demostrar a todos los que criticaban el falsete de Valli que iban a contracorriente. Les había costado mucho llegar donde se encontraban en ese instante. Habían tenido que sufrir los prejuicios que algunos sellos discográficos tenían contra ellos por ser de ascendencia italiana y durante algún tiempo intentaron ocultar este extremo hasta el punto de que Valli en un primer momento se hizo llamar Frankie Valley, norteamericanizando su apellido de algún modo. Finalmente se dieron cuenta de que eran lo que eran, cantaban como cantaban y no iban a renunciar a ello.

De esta manera, ese segundo éxito no solamente iba a a mantener el falsete del vocalista principal sino que los coros que iban a realizar el resto de los miembros del grupo en algunos de los pasajes de la canción iban a adquirir el mismo tono, acrecentando ese efecto tan especial y logrando la definitiva aceptación del público que con esta composición les auparía definitivamente al estrellato.

Se trata de «Big Girls Don’t Cry», una canción cuya letra parece ser que se le ocurrio a Gaudio un día que se estaba quedando dormido mientras veía una película, despertándose en el momento en el que el protagonista masculino abofeteaba a su novia y le espetaba la famosa frase de «Las chicas mayores no lloran». En nuestros tiempos seguro que algunos habrían boicoteado la película y la canción, ya me entendéis.

 

CANDY GIRL

Su éxito y su popularidad seguirían subiendo como la espuma y su música sonaba una y otra vez en las emisoras radiofónicas norteamericanas y eran continuamente invitados a programas televisivos. Estaban ya al nivel de los más grandes de la época pero hubo un suceso que estuvo cerca de acabar con ellos de manera inesperada.

Valli empezó a notar que perdía audición en ambos oídos, algo que ocultó en un primer momento al resto de sus compañeros que no sospecharon nada porque fue capaz de disimularlo aprendiendo a leer sus labios. Lo más grande de todo es que fue capaz de mantener el compás sin ningún problema a pesar de su merma auditiva. La situación se complicaba en las actuaciones en vivo, donde se improvisaba más y donde no tenía siempre a la vista a sus compañeros de viaje. Como era de esperar, el pastel terminó por descubrirse pero afortunadamente Valli pudo ser operado de una ostosclerosis, así es como se denomina su dolencia, siendo los resultados lo suficientemente satisfactorios como para que pudiera continuar con su carrera sin mayores problemas.

Bueno, de lo de sin mayores problemas era un decir porque en el año 1964 su sello discográfico se declaró en bancarrota y tuvo que echar el cierre. Muchos de los grupos y artistas que trabajaban para esta discográfica se quedaron de repente en la calle pero como era de esperar, The Four Seasons eran ya una auténtica realidad, por lo que no tuvieron ningún problema en encontrar un nuevo sello con el que seguir publicando sus canciones y cosechar éxito tras éxito.

El último éxito que lograrían con el primer sello discográfico que apostó por ellos llegaría en el año 1963. Se trata de una de las pocas canciones que no habían sido compuesta por Gaudio ni por ninguno de los otros miembros del grupo pero con la que lograrían triunfar de igual manera. Se trata de «Candy Girl», uno de los auténticos himnos del doo-woop de la época.

El mundo de la música siempre ha corrido muy deprisa y los acontecimientos en forma de nuevos estilos se han sucedido a una marcha bastante apresurada, por lo que su música poco a poco fue perdiendo fuelle y como suele decirse pasando de moda. La convivencia entre Gaudio y Valli se hacía cada vez más difícil y éste último empezo a hacerle guiños a iniciar su carrera en solitario por lo que la situación del grupo era cada vez más complicada.

Afortunadamente para ellos, su prestigio permanecía intacto y todavía se les permitiría tomar algunas decisiones que podrían tacharse de caprichosas. En un intento por reflotar su carrera, a Gaudio se le ocurrió publicar un álbum conceptual que llevaría el título de «The Genuine Imitation Life Gazette», con el que fracasarían rotundamente. En el año 1972 ficharían por el mítico sello «Motown» pero apenas permanecerían en él un par de años ya que no obtendrían buenos resultados. Su acogida en la discográfica de Gordy no fue demasiado entusiasta ya que nadie entendía que hacía un grupo formado por cuatro blancos en un sello hecho para promocionar a los negros. Después de esta experiencia, Valli iniciaría su carrera en solitario aunque sin abandonar definitivamente el grupo.

Lo normal sería dejar aquí la narración de la historia de estos «pioneros», pero ya que estamos inaugurando el año 2019 os voy a ofrecer una cuarta canción del grupo. Un tema que llegó ya en su época menos brillante pero que de algún modo volvió a colocarles en el primer plano de la música, aunque estaba claro que las cosas no eran como antes. Bueno, os voy a ofrecer ese cuarto tema no solo por lo del año nuevo sino porque es una canción que me encanta.

 

OH WHAT A NIGHT

Su situación había cambiado considerablemente. Vito y Massi habían abandonado el grupo y habían sido sustitudios por Gerri Polci y Don Ciccone y la involucración de Valli era cada vez menor hasta el punto de que ya no era el único vocalista principal y su falsete era cada vez menos pronunciado y utilizado. Aún así, en el año 1975 iban a ser capaces de dar un último coletazo con el que puede considerarse el último gran éxito de su carrera.

Ese año publicaban un álbum titulado «Who Loves You» en el que se incluía una espectacular canción titulada «Oh What a Night» con la que lograrían recuperar el éxito de antaño. La gran peculiaridad de esta canción es que la voz principal la llevaría Polci y Valli se limitaría a realizar labores de introducción y acompañamiento de las distintas estrofas. Estaba claro, ya nada era igual.

Con la llegada de la música disco, el hard rock, el punk y otros tantos estilos que fueron apareciendo a finales de los 70, su carrera se fue difuminando totalmente hasta el punto de que únicamente Frankie Valli llevaría una carrera en solitario con cierto éxito, gracias sobre todo al espaldarazo que le supuso «Grease» en el año 1978. A pesar de todo ello, de lo que no cabe ninguna duda es que fueron muy grandes y con su peculiar forma de interpretar conquistaron durante muchos años el corazón de los jóvenes norteamericanos y europeos para convertirse en unos auténticos «pioneros».

 

LISTA DE LOS AÑOS 60

Iniciamos el primer repaso a las listas graminoleñas de otras épocas del año que acabamos de estrenar y nos situamos en el 30 de diciembre de 1968 para recordar las dos canciones que pasaban a formar parte de nuestra familia ese día. Producto español en ambos casos con un grupo y una solista con un prestigio bastante grande en ambos casos. Vayamos con ellas.

Para empezar nos vamos con uno de los grupos que en aquella época más triunfaba y que más elogios lograba por parte de la crítica especializada. Una banda que ya ha pasado por nuestras páginas en alguna otra ocasión y que se abrió paso gracias a su capacidad coral y a ir empapándose de la música que llegaba de fuera de nuestras fronteras. Me estoy refiriendo a «Los Ángeles».

Este grupo se fue abriendo camino gracias al auge que tuvo en aquella época la Costa del Sol, lugar donde se instalaron una serie de grupos que ofrecían su música con resultados desiguales. Ellos llamaron poderosamente la atención desde el primer momento gracias a su manera de interpretar y a los magníficos arreglos que ofrecían en sus canciones, algo que les proporcionó fichar por una multinacional y trasladarse a Madrid para iniciar una pródiga y exitosa carrera.

Siempre se movieron en el terreno del romanticismo en lo que a sus letras se refiere, siendo el estilo más utilizado y el que mejores resultados les proporcionó el de la balada. Si a eso le sumamos que los cuatro eran capaces de combinar su voces de una manera excepcional a la hora de realizar los coros, el éxito estaba garantizado.

Uno de los ejemplos más claros de lo que os cuento lo podemos encontrar en la canción que colocaban en nuestra lista aquel 30 de diciembre de 1968. Una balada made in Los Ángeles que llevaría el título de «Créeme» y con la que nos acompañarían durante 18 semanas para alcanzar el top 18.

Como ya os he comentado en alguna ocasión, en el año 1976, cuando estaban en su mejor momento, un accidente de tráfico acabaría con la vida de dos de sus miembros, poniendo fin así a su carrera de manera prematura y traumática.

La segunda entrada de aquella semana nos la trae uno de los artistas más carismáticos de nuestro país, más pródigo en presencias en nuestra lista y que lleva ya más de 50 años de carrera permaneciendo intacta su impronta y su calidad. Estoy hablando de Joan Manuel Serrat.

Durante toda su carrera ha ido alternando sus canciones en español y catalán, con alguna que otra polémica como todos conocemos, pero siempre siendo capaz de conquistar el mercado discográfico de nuestro país gracias a su sensibilidad y a su calidad. En esta ocasión nos traía una canción interpretada en catalán pero que no había sido compuesta por él mismo, simplemente se limitó a cambiarle la letra, ejercer de cantautor y regalarnos una canción sin más mensaje que el de intentar emocionar.

Los compositores de esta canción eran nada más y nada menos que Juan y Junior que no solamente eran capaces de triunfar interpretando sus propias canciones sino que tenían tiempo para que sus creaciones fueran hechas grandes por otros artistas. Está claro que si quien se decide a cantar tu canción es Serrat, las posibilidades de éxito son mucho mayores.

La canción en cuestión llevaba el título de «Per Sant Joan» y bien podría haber pasado por una especie de canción tradicional contando y cantando las vivencias de los habitantes de los pueblos catalanes en tan señalada fecha. En nuestra lista nos acompañaría durante 14 semanas para alcanzar el top 26.

 

LISTA DE LOS AÑOS 70

Dos son también las entradas que refleja la lista graminoleña de los 70 de esta semana. Dos canciones que lograron bastante éxito, una protagonizada por un grupo italiano que posiblemente sea desconocido para la mayoría de vosotros y otra por una de las auténticas divas de la música española. Sin más dilación vamos a disfrutar de dos de las canciones más significativas de aquel año 1978.

Desde Italia llegaba un grupo que acababa de darle un tremendo giro a su manera de hacer música, lo que había originado una auténtica convulsión en su país, donde eran un auténtico estandarte del rock sinfónico, a la vez que un salto hacia el éxtio comercial bastante significativo. Se trata de New Trolls.

Desde sus inicios habían fusionado el rock con la música clásica convirtiéndose en una auténtica referencia en su país. Su fama en Italia era tremenda y sus actuaciones en vivo esperadas por todos sus fans. Como a cualquier grupo de rock de la época que se preciara, las polémicas entre sus componentes eran continuas y las entradas y salidas de sus miembros también. Sin embargo, les faltaba algo para terminar de sentirse plenamente realizados, el éxito económico, el alcanzar las ventas que solamente estaban al alcance de los más grandes.

Así las cosas, en el año 1978 publicaron un álbum titulado «Aldebarán¨ en el que abandonarían totalmente el rock sinfónico para sumergirse en un sonido más cercano a la música disco que triunfaba en aquella época. Ni que decir tiene que muchos de sus seguidores se sintieron inmediatamente defraudados, pero el éxito y la popularidad que alcanzarían con este disco les convertirían en superventas y les proporcionaría el salto a nivel internacional, siendo España donde cosecharían un éxito más cercano al logrado en su propia tierra.

Para rizar el rizo, ese mismo año se estrenaba en España una película titulada «Nunca en Horas de Clase» que venía a ser una especie de imitación a la española de las películas musicales vinculadas al sonido disco que triunfaban en aquella época. Ellos serían los elegidos para ponerle voz a los temas más destacados de su banda sonora entre los que se encontraba la canción que colocaban en nuestra lista aquel 30 de diciembre de 1978.

Se trata de «It’s Downtown», una canción al más puro estilo Bee Gees, en plan discotequero total y con falsete incluido, que sería su auténtica carta de presentación en España y con la que nos acompañarían durante 38 semanas para alcanzar el top 2. Una vez más, la renuncia a las raíces y el cambió de estilo iba a lanzar definitivamente la carrera de un grupo.

Su nueva música estaba bastante bien pero sí que es cierto que daba un poco de grima el que una banda como ellos, grandes músicos y que habían dejado muy buenos momentos a base de hacer rock sinfónico, se convirtieran prácticamente de la noche a la mañana en uno de los grupos integrantes de lo que se dio en denominar «fenómeno fans». Una vez que el recorrido de este fenómeno desapareció pocos años después, New Trolls terminarían arrastrados por la corriente.

La segunda entrada que se producía aquella semana llegaba de la mano de una de nuestras artistas más grandes que había conquistado al público con su arte, poderío y personalidad a la hora de interpretar copla y flamenco y que daba también un giro fundamental en su carrera abrazando el estilo de la música melódica y romántica que iba a convertirla en una auténtica estrella tanto en nuestro país como en Hispanoamérica. Estoy hablando de la inimitable e inigualable Rocío Jurado.

Por aquel entonces había adquirido ya bastante popularidad cantando sobre todo copla, llegando a ser considerada igual de grande que la mismísima Concha Piquer. Pero la música no es otra cosa que constante evolución y eso debió de pensar ella cuando decidió ponerse en manos de uno de los compositores de mayor prestigio de nuestro país como era Manuel Alejandro para intentar llegar a más publico y consagrarse definitivamente.

Esa colaboración se haría larga y duradera a la par que exitosa porque desde ese instante Rocío daría el salto definitivo hasta el estrellato siendo una de las canciones más significativas de esa nueva etapa la que colocaba en nuestra lista aquel día, uno de sus éxitos más conocidos y recordados.

Se trata de «Si Amanece», con una letra que creo que todos nos conocemos de memoria, y en la que demostró que era capaz de utilizar todo el potencial de su espectacular voz sin mayores problemas. Con ella nos acompañaría durante 3 semanas alcanzando el top 39, un debut más discreto que el éxito que realmente cosechó con esta composición.

 

EL ÁLBUM DE LA SEMANA

Hace siete días dedicábamos el póster central de «La Graminola» a mostrar diez de los que consideramos mejores discos nacionales de 2018. Como lo prometido es deuda, esta semana está dedicado a esos diez álbumes que deberían ocupar un sitio dentro de nuestra colección de discos sí o sí. Aún a sabiendas de que habrá quien discrepe de tal o cual disco y quien eche en falta algún otro, estoy convencido que en lo esencial coincidiremos en que son todos ellos espectaculares.

Así pues, disfrutemos a lo grande del póster central de esta semana que nos trae la mejor música que ha aparecido en escena durante 2018.

 

JEAN MICHEL JARRE / EQUINOXE INFINITY

No podía faltar. Sin un genio como Jean Michel Jarre publica un nuevo disco está claro que va a estar entre los mejores del año. Su talento es tan grande y su capacidad para emocionar y conquistar tan evidente que haga lo que haga el éxito está garantizado. Pero si a eso le sumas que la música que contiene el nuevo álbum es la continuación de uno de los mejores trabajos de su carrera podríamos decir que compite fuera de concurso.

En el año 1978 publicó un disco que se convirtió en toda una revolución titulado «Equinoxe». En 2018, 40 años después, ha querido cerrar el círculo con la publicación de «Equinoxe Infinity», una secuela que contiene una música espectacular que ha conseguido combinar a partes iguales el sonido añejo original con las nuevas tecnologías que se utilizan en la música en nuestros días, dando como resultado un disco redondo en todos los sentidos.

Si hay algo que me ha atraído siempre de Jarre es su capacidad para emocionar y trasladarnos a los escenarios que él quiere con su música. La música instrumental hecha a base de sintetizadores y similares siempre ha recibido la etiqueta de ser fría y no tener capacidad de emocionar. Sin embargo, escuchando cualquiera de las composiciones del francés la emotividad ha aparecido al primer instante y su música se convierte de inmediato en la banda sonora más adecuada a todas las cosas que nos cuenta en sus discos.

En esta ocasión quiere contarnos como las nuevas tecnologías que lo acaparan todo en la sociedad actual tienen una cara oculta que no es demasiado tranquilizadora. Sus teclados hablan del enfrentamiento que la civilización tal como la entendemos lleva a cabo cada día con cualquiera de los adelantos tecnológicos, redes sociales y similares que controlan cada uno de nuestros movimientos. Un tema inquietante contado a ritmo de muy buena música.

Jean Michel Jarre siempre ha sido considerado como el auténtico padre de la música electrónica que suena en nuestros días y yo creo que no solamente ha sido eso sino que ha sido el inspirador inalcanzable de este tipo de sonido ya que nadie nunca ha conseguido estar a su altura. Escuchando por ejemplo «Flying Totems» nos damos cuenta de inmediato de cual es la verdadera esencia de la música electrónica.

Como curiosidad os contaré que Jean Michel Jarre es de alguna manera lo que es gracias a una tortuosa relación personal que siempre ha tenido con su padre. Éste no es otro que el gran compositor de bandas sonoras Maurice Jarre, de cuyo talento surgieron joyas como la música de películas como «Doctor Zhivago», «Lawrence de Arabia», «Pasaje a la India» y muchas otras más. Jean Michel siempre quisó superar a su padre pero utilizando armas distintas y no cabe duda de que lo ha conseguido durante toda su carrera.

 

DAVID BYRNE / AMERICAN UTOPIA

Ha habido que esperar nada más y nada menos que catorce años para poder saborear un nuevo álbum de uno de los auténticos genios de la música moderna como es David Byrne, un artista de los pies a la cabeza y que tras disolver Taling Heads demostró a todo el mundo que en solitario era capaz de hacer casi mejor música que al frente de su grupo de siempre. Comercialmente hablando nunca ha alcanzado las cifras que logró con sus compañeros de viaje, pero en cuanto a calidad no hay color.

Está claro que la espera ha merecido la pena ya que «American Utopia» es sin ningún lugar a dudas uno de los mejores discos que se han publicado en el año 2018 que acabamos de dejar atrás. Byrne es ya un ilustre veterano pero continúa teniendo ese poso talentoso de siempre y es capaz de seguir ofreciendo una música espectacular.

Si a todo esto le añadimos que en todas y cada una de las canciones que integran este nuevo álbum ha contado con la extraordinaria colaboración de ese otro grandísimo genio que es Brian Eno poco más se puede pedir. Un disco redondo con grandes momentos como el que ofrece «Everybody’s Coming to my House», una canción que de haber sido publicada como sencillo en las décadas de los 80 o los 90 a buen seguro que hubiera sonado una y otra vez en las emisoras radiofónicas.

Este disco no se ha fraguado de la noche a la mañana, no. Es un trabajo que le ha llevado a Byrne más de tres años tenerlo terminado y es parte de un ambicioso proyecto que vio la luz en el año 2016 denominado «Reasons to be Cheerful», parafraseando al añorado Ian Dury.

Se trata de un proyecto multimedia en forma de página web en el que Byrne se ha dedicado a recoger noticias vitalistas y optimistas, recortes de prensa con mensajes positivos y, como no, música tan espectacular como la que se incluye en este nuevo trabajo.

 

SUEDE / THE BLUE HOUR

Este disco no hace mucho que ha pasado por la contraportada de «La Graminola» así que supongo que muchos de vosotros tendréis reciente su escucha y lo que ha supuesto para la carrera de Suede. Sin duda alguna nos encontramos no solamente ante uno de los mejores discos de 2018 sino que posiblemente también ante uno de los discos más destacados de los últimos cinco o seis años.

Con «The Blue Hour», Brett Anderson y los suyos han sabido reinventarse una vez más. El brit-pop del que fueron uno de los máximos exponentes a comienzos de los 90 ya son historia, una gran historia todo hay que decirlo, y sus momentos experimentales de sus últimos discos tienen continuidad. Ahora nos encontramos ante unos nuevos Suede que han dado otra vuelta de tuerca a su trayectoria para mostrarnos algo especial y espectacular a partes iguales.

Nos encontramos ante una colección de canciones con unas letras tétricas, meditabundas, casi terroríficas y con un ambiente en general que sigue las mismas pautas. Para darle ese aire tan extraordinario han contado con la inestimable colaboración de La Orquesta Filarmónica de Praga, que se ha encargado de los continuos y majestuosos arreglos orquestales que muestran la mayoría de las canciones que integran este trabajo.

La combinación de la voz de Anderson y ese aire de música clásica que todo lo rodea nos ha ofrecido un sonido nunca antes escuchado en Suede y ése es su gran atractivo. Un sonido por momentos inquietante como el que ofrecen en «As One», una canción con unos grandilocuentes coros que rozan lo tétrico y que nos transladan a esos relatos terroríficos ambientados en monasterios y similares. Una canción espectacular para un disco espectacular.

 

JOAN AS POLICE WOMAN / DAMNED DEVOTION

Este es un disco muy especial sin ningún lugar a dudas y ya advierto que posiblemente no sea adecuado para todos los paladares, pero de lo que no cabe duda es de que la música de Joan As Police Woman ofrece algo que no ofrece prácticamente nadie en la actualidad. No en vano está considerada por muchos como la digna heredera de la mismísima Kate Bush.

Su verdadero nombre es Joan Wasser y sus primeros pasos en el mundo de la música los dio como violinista de ese grupo también tan especial a la par que espectacular que son Antony & The Johnsons. Todos sabíamos que era una auténtica virtuosa del violín, pero lo que desconocíamos es que ademas poseía una suave y acariciante voz.

Este año 2018 salió al mercado su último trabajo bajo el título de «Damned Devotion» y en él muestra su música y su voz tal como son. Canciones para escuchar detenidamente, sin prisas, poniendo los cinco sentidos, para que a cada nueva escucha vayan entrando cada vez más en nuestro cerebro hasta mandarnos el mensaje de que son todas muy buenas.

Como ya os digo, habrá muchos que no acabarán de encontrarle la gracia a su música, pero os aseguro que escuchándola con detenimiento y en varias ocasiones termina convirtiéndose en imprescindible. Como muestra os dejo este «Tell Me», uno de los temas publicados como sencillo.

 

THE JAYHAWKS / BACK ROADS AND ABANDONED MOTELS

Siempre he pensado que si hubiera que buscar un equivalente al tándem Lennon-McCartney en el terreno del country lo encontraríamos en los norteamericanos The Jayhawks. Y es que la relación que siempre han mantenido Gary Louris y Mark Olson, hasta la salida de la banda de este último, fue de amor y odio por liderar absolutamente este espléndido grupo, algo fuera de todo lugar ya que ambos son unos compositores descomunales. Los egos una vez más han pasado factura.

Ya son unos auténticos veteranos en estas lides y cada vez que publican un nuevo disco todo el mundo sabe que es sinónimo de música de calidad. En el año 2018 han publicado un álbum bastante especial ya que en él se incluyen canciones que han compuesto para otros artistas e incluso a medias con otros autores pero que nunca habían llegado a interpretarlas ellos mismos. Un conjunto de canciones que no son nuevas pero que ellos las hacen inigualables interpretándolas por primera vez en solitario.

Con estos mimbres está claro que han apostado sobre seguro y como siempre se ha dicho que las comparaciones son odiosas, en esta ocasión puede que lo sean para esos artistas que interpretaron estas canciones en su momento ya que ahora estarán comprobando que con la habitual sensiblidad y profesionalidad que siempre muestran The Jayhawks no se puede competir.

Cuando Olson abandonó el grupo muchos pensaron que su encanto se iba al garete pero lo cierto es que una vez que no ha habido dudas sobre el liderazgo de Louris han crecido y madurado todavía más hasta convertirse en una de las bandas de referencia del country de nuestros días. Como una especie de guiño al camino que realizaron junto a su compañero, este «Back Roads and Abandoned Motels» nos deja momentos inolvidables como el de la canción que os ofrezco a continuación.

Se trata de una canción que compusieron a medias con Jakob Dylan, el hijo del galardonado Bob Dylan, para la televisiva serie «True Blood» y que interpretada ahora en sus voces suena como nunca ha sonado. Abrid bien los oídos y disfrutad de «Gonna Be A Darkness», merece la pena.

 

MARK KNOPFLER / DOWN THE ROAD WHEREVER

Veteranía al poder. Esto es uno de los lemas que podríamos lanzar para explicar la lista de los mejores discos del año 2018 en opinión de «La Graminola», porque gente que supera con creces los 60 años sigue dando clases magistrales a los más jóvenes a la hora de crear música. Mark Knopfler está al borde de cumplir los 70 pero sigue ofreciendo la frescura y calidad habituales en las composiciones que nos ha regalado durante toda su carrera.

En el año que nos acaba de abandonar ha publicado un nuevo álbum bajo el título de «Down the Road Wherever» que tiene ciertos tintes de ser una especie de testamento vital en el que da un repaso a toda su carrera contándonos cosas de todo lo que ha vivido durante 40 años de carrera, no faltando alusiones a sus tiempos dorados al frente de Dire Straits. Espero que al finalizar la gira no anuncie que lo deja porque por el contenido de este último disco creo que sigue habiendo espacio en su cerebro para muchas grandes canciones más.

Rodeado como siempre de grandes músicos, ofrece una vez más una música excepcional interpretada con la sensibilidad de siempre y emocionando a todos con su inconfudible manera de tocar la guitarra. Si su cerebro funciona como nunca a la hora de componer, sus dedos no han perdido agilidad alguna con el paso de los años. Como no podía ser de otra manera, entre esos músicos que colaboran con él se encuentra Guy Fletcher, quien formara parte también de Dire Straits como teclista, que se ha convertido en algo así como su mano derecha o voz de su conciencia en la que siempre se apoya.

Sin duda alguna, «Down the Road Wherever» es uno de los mejores discos de 2018, algo que queda probado escuchando esta joya que es «Good on You Son», primer sencillo que se publica del álbum.

 

SPIRITUALIZED / AND NOTHING HURT

Hay artistas que derrochan tanto talento como manías e inseguridades, algo que les lleva casi siempre a no ser demasiado pródigos en su carrera, para desesperación de sus fans. Eso es lo que le ha sucedido siempre a Jason Pierce, también conocido como J. Spaceman, quien ha tardado en publicar su útimo disco nada más y nada menos que seis años buscando que éste sonara perfecto. He de deciros que lo ha conseguido con creces.

Estoy hablando de proyecto de Pierce en singular a pesar de que el álbum es del grupo que lidera, Spiritualized, ya que él es el que compone, escribe las letras y canta todas y cada una de las canciones que graba el grupo, eclipsando totalmente la labor del resto de sus miembros, a pesar de que son parte esencial e indispensable para entender su música.

Lo curioso del caso es que él fue el último en entrar en el grupo ya que éste puede considerarse una especie de excisión de Spacemen 3. Esta banda terminó disolviéndose por el enfrentamiento que Pierce y Peter Kember mantuvieron por lograr el liderazgo. En el año 1990 todo saltó por los aires y los otros tres miembros, Will Carrthers, Jonny Mattock y Mark Refoy decidieron formar un nuevo grupo juntos al que denominaron Spiritualized. Después de mucho buscar, después de muchas pruebas para encontrar a un vocalista, terminaron por ofrecerle el puesto a Pierce, quien aceptó de inmediato, convirtiéndose por fin en líder absoluto como siempre había querido.

Ellos mismos calificaron su estilo como «rock espacial», pero son realmente mucho más que eso como desmuestran una vez más en «And Nothing Hurt», el álbum que han publicado en 2018 tras seis largos años de espera. El perfeccionismo de Pierce se pone de manifiesto en cada una de las canciones que lo integran, sinónimo de calidad marca de la casa.

Lo del rock espacial puede sonar a música con sintetizadores y ambientada en nuevas tecnologías, terreno en el que se también saben manejarse bastante bien, pero sus discos están repletos de música con letras mayúsculas con la que se atreven a sumergirse en las aguas del rock alternativo, el jazz e incluso el blues, como sucede con la canción que os ofrezco a continuación.

Se trata de «I’m Your Man», una canción con una sección de metal que obteiene como resultado un sonido casi mágico y que muestra bien a las claras lo que son realmente Spiritualized, un grandísimo grupo con un grandísimo líder y unos grandísimos músicos.

 

GRETA VAN FLEET / ANTHEM OF A PEACEFUL ARMY

Llama poderosamente la atención que el grupo más joven de todos los que pasan por nuestro póster central de esta semana,  que nos muestra algunos de los discos más importantes del año 2018, esté formado por unos chicos que en cuanto a imagen, sonido y puesta en escena recuerdan de una manera casi inquietante a una de las míticas bandas del rock de los 80 como fueron Led Zeppelin. Estoy hablando de los ya indispensables Greta Van Fleet.

Son jóvenes y lo tienen todo para convertirse en una de esas bandas indispensables dentro del rock y capaces de llenar grandes recintos. Lo que está por ver es si tienen la cabeza suficiente como para mantener el tipo y superar los momentos adversos que tarde o temprano llegarán.

Su nuevo disco está recién salido del horno y ya os he hablado de él hace pocas semanas dentro del apartado que dedica la contraportada de la revista a recomendar un nuevo álbum. Su título es «Anthem of a Peaceful Army» y con él no han hecho sino confirmar que son una de las mejores bandas del planeta rock de los últimos años. Los hermanos Josh, Sam y Jake Kiska acompañados de Danny Wagner siguen pareciéndose a Plant, Page y compañía pero en este nuevo trabajo han empezado a evolucionar para mostrar que no son una mera imitación sino que son muchísimo más que eso.

El disco tiene un sonido redondo y una de las cosas que más me ha gustado es que renuncian a sonar comerciales o a mostrar una estructura meramente comercial, entregándose totalmente a lo que ellos son y quieren ser sin importarles lo más mínimo si le parece bien a la casa discográfica, a la crítica especializada o a quien sea. Me explico un poco más.

En los viejos y buenos tiempos, cuando los discos eran discos y no los compendios de canciones de las que se pueden salvar únicamente dos o tres, solían empezar con temas contundentes y llamativos normalmente de larga duración. Era algo así como dar una muestra en plan introducción de lo que íbamos a encontrarnos dentro a partir de ese instante. Eran canciones largas, con distintas variantes, una considerable parte instrumental y auténticas joyas para nuestros oídos. Desde hace tiempo esa esencia se ha ido perdiendo y hasta los más grandes suelen abrir sus trabajos con temas cortos y comerciales que en la mayoría de las ocasiones suelen ser publicados como el primer sencillo, van a lo fácil.

Sin embargo, ellos han tenido la suficiente pesonalidad como para abrir el álbum a la antigua usanza, con una canción de más de 6 minutos de duración con una introducción instrumental algo más suave que rompe a golpe de guitarra para dar paso a la voz de Robert Plant, digo de Josh Kiska, recordándonos a aquellas grandes canciones que nos dejaban las bandas más emblemáticas del rock de los 70. Su título es «Age of a Man» y es una auténtica pasada.

Como siempre sucede en estos casos, hay puristas de esos que van de entendidos que les critican porque son unos imitadores de Led Zeppelin. Son los mismos que cuando algún grupo les gusta, o lo que es peor, les reporta algún tipo de comisión económica a cambio de una crítica favorable, califican a tal o cual nueva banda con aquello de «los nuevos …» En fin, que hay gente que su cometido en esta vida es ser unos amargados y no disfrutar de los buenos momentos musicales que tanto escasean en nuestros días. Ellos sabrán.

 

LENNY KRAVITZ / RAISE VIBRATION

Algunas veces, cuando miro la edad de los artistas que han puesto musica a la banda sonora de mi vida me llevo sorpresas de que ya no son unos niños, lo que me lleva a pensar de inmediato que yo tampoco lo soy. Esta sensación la he tenido con el que llega a continuación, el todoterreno en que se ha convertido el señor Lenny Kravitz, que me parece que le conozco de hace cuatro días y resulta que es de mi edad. Mejor no pensarlo.

A mediados de 2018 publicaba «Raise Vibration», el disco con el que se ha producido su resurrección, aunque realmente nunca haya estado muerto del todo, y en el que nos encontramos a un Kravitz más asentado, más inspirado y más involucrado en temas sociales que nunca. Efectivamente, cumplir años te va haciendo ver las cosas de otra manera y a partir de los 50 todo se hace de forma más madura y meticulosa.

En este disco vuelve a mostrar todo su talento siendo el encargado no solamente de componer todas las canciones sino que además toca todos y cada uno de los instrumentos que en él aparecen, y ya os digo que son muchos y de los más variado. Pocos artistas de la actualidad son capaces de manejarse de esta manera como él lo hace.

Las letras de las canciones de este disco tocan temas sociales bastante recurrentes como la pobreza y la desigualdad social, el razismo, las guerras … Todo ello aderezado con una música espectacular y una puesta en escena que nos recuerda al Kravitz rebelde de sus primeros tiempos.

Sé que lo recomendable sería poneros una canción distinta a la que os ofrecí cuando os hablé hace unos meses de este disco, pero es que me encanta «Low», una canción en la que muestra una tremenda intensidad tocando la batería y en la que se ha dado el gustazo de introducir voces de acompañamiento del mismísimo Michael Jackson. No cabe duda, nos encontramos ante uno de los discos de 2018.

 

LINDSEY BUCKINGHAM & CHRISTINE McVIE / LINDSEY BUCKINGHAM & CHRISTINE McVIE

Como ya hice la semana pasada, he dejado para el final mi disco preferido de 2018. He de reconocer que no soy nada objetivo en esta ocasión y que me he dejado llevar por la devoción que siento hacia el que es mi grupo favorito de siempre, Fleetwood Mac, aunque realmente no sea un disco puramente de ellos. Posiblemente suene un tanto lioso pero os lo explico de inmediato.

En el año 2014, los cinco ilustres miembros de Fleetwood Mac intentaron reflotar el proyecto por enésima vez. Salieron de gira como hacían de vez en cuando y surgió la idea de grabar un nuevo disco juntos. Lo cierto es que no había demasiada confianza en que esa circunstancia finalmente se produjera ya que la actitud de Stevie Nicks no era la más adecuada y las heridas abiertas no habían cicatrizado ni mucho menos. Por este motivo, Lindsey Buckingham y Christine McVie, que siempre habían mantenido una relación bastante buena, empezaron a trabajar de manera informal en algunas canciones sin tener muy claro a donde iba a conducirles realmente.

Las composiciones fueron surgiendo una tras otra, los meses fueron pasando, y cuando se dieron cuenta de que ese nuevo disco de Fleetwood Mac era una quimera decidieron dar el paso y publicar un ábum firmado por ellos dos únicamente con las canciones que habían compuesto. Digo «firmado» porque si bien no era un álbum de Fleetwood Mac en sí, se parecía mucho a ello ya que Mike Fleetwood fue el encargado de tocar la batería y John McVie del bajo, o lo que es lo mismo, la única que no participó en la grabación fue la siempre errática e irascible Stevie Nicks.

El disco que han publicado a principios de 2018, aunque desde el verano de 2017 aparecieron algunos sencillos de anticipo, lleva el título de «Lindsey Buckingham & Crhistine McVie», para que complicarse la vida, y con un sonido ochentero por los cuatro costados deja bien a las claras ese dicho de que los viejos rockeros nunca mueren. Me encanta este disco y es mi preferido del año que acabamos de finalizar.

Como muestra, basta con escuchar «Lay Down for Free» para que, cerrando los ojos, nos demos cuenta de que desde las primeras notas suena a Fleetwood Mac por los cuatro costados. Y eso es bueno, muy bueno.

Éste es el top-ten de 2018, en lo que a la música internacional se refiere, en opinión de «La Graminola». Como siempre habrá opiniones para todos los gustos pero de lo que estoy seguro es que estos diez discos son de los mejorcito que se ha publicado en los últimos doce meses. Yo me conformaría con que en 2019 se sigan publicando trabajos como éstos. A ver si la semilla germina definitivamente, ya me entendéis.

 

LISTA DE LOS AÑOS 80

Tras analizar lo que ha supuesto el año 2018 en lo que a nuevos discos se refiere, nos trasladamos de nuevo en el tiempo para situarnos en la década de los 80 y proseguir el repaso de las listas graminoleñas que todavían nos quedan. Para empezar viajamos hasta el primer día del año 1989 y disfrutar de la única entrada que se producía en nuestra lista favorita en aquel momento.

Rick Astley se había convertido en una de las revelaciones del panorama musical internacional un par de años atrás con su irrupción en plan huracán rompiendo bastantes esquemas, moviéndose en la música disco a la perfección pero mostrando una descomunal voz que normalmente no se escuchaba en los artistas que abrazaban este estilo y una imagen de niño bueno y angelical ataviado con traje. Todos estos detalles le habían convertido en ese yerno que cualquier madre querría tener.

Acababa de publicar su segundo disco bajo el título de «Hold Me In Your Arms» en el que mostraba un sonido similar al de su álbum de debut pero con algunas pequeñas variantes que mostraban bien a las claras que su carrera no iba a encasillarse en la música para bailar, apoyándose en su espectacular voz. Los resultados que obtendría con este nuevo trabajo repetirían paso por paso los logrados con el anterior.

De nuevo contaría con la colaboración de los compositores y productores de moda como eran Stock, Aitken & Waterman, mostrando ese sonido inconfundible que el trío de oro ofrecían a los artistas que producían logrando grandes éxitos para ellos. Sin embargo, en esta oportunidad Astley también dejaría su impronta y la mitad de las canciones que se incluían en el álbum habían sido compuestas por él mismo. Como os comentaba hace un momento, algo estaba cambiando.

La canción que colocaba en nuestra lista aquel 1 de enero de 1989 era precisamente una de las éscritas por él mismo y aunque mostraba unos arreglos bastante reconocibles sí que es cierto que tenía un sonido un tanto distinto. Su aportación y su puesta en escena como compositor tendría muy buena aceptación en el público así como en nuestra lista donde nos acompañaría durante 25 semanas para alcanzar el top 15.

En la mente de Astley hacía tiempo que se movía la intención de aprovechar al máximo su voz para aportar algo más que una facilona música para bailar que tarde o temprano pasaría de moda. Por ese motivo, en su siguiente álbum, titulado «Free», se sumergería en las aguas del soul ofreciendo una música excepcional aunque, claro está, comercialmente hablando no alcanzaría las cifras cosechadas con sus dos primeros trabajos.

 

LISTA DE LOS AÑOS 90

Seguimos nuestro habitual recorrido por las listas graminoleñas de otros tiempos y nos situamos a continuación en el 3 de enero de 1999. La lista que estrenábamos ese día nos traía como gran novedad el debut de una joven colombiana de 22 años de edad que iba a convertirse en una de las artistas de mayor éxito de la historia de la música latina y de las más mediáticas de siempre. Como muchos os estaréis imaginando me estoy refiriendo a Shakira.

Hubo un tiempo en el que la colombiana no quería convertirse en la nueva Celia Cruz, o no se dejaba llevar por la música electrónica o, lo que es peor, por el reggaetón. Hubo un tiempo en el que Shakira ofrecía una música llena de frescura y con ese aire latino que tanto atraía al público en general. Esos tiempos tuvieron lugar precisamente en los primeros años de su carrera y con la publicación en el año 1998 de su segundo álbum de estudio iba a convertirse en una de las artistas latinas más importantes del momento. Pues sí, hubo un tiempo en el que Shakira molaba.

Este álbum llevaba el título de «¿Dónde Están los Ladrones? y supuso la confirmación de que la colombiana había llegado para quedarse, convirtiéndose de manera inmediata en el disco de una artista latina, remarco lo de la latina, más vendido en los Estados Unidos. Gran parte de culpa de este éxito lo tendría la canción que fue publicada como primer sencillo y que supuso su debut en nuestra lista.

Se trata de «Ciega Sordomuda», una canción en la que se incluye el sonido de un mariachi y que significó su despegue definitivo hasta convertirse en la artista de talla mundial que es hoy en día, aunque en la actualidad su música deje bastante que desear habiéndose arrojado a las fáciles aguas del trap y similares. Un debut a lo grande ya que permanecería en lista durante 42 semanas para alcanzar el top 6.

 

LISTA DEL NUEVO MILENIO

Finalizamos el repaso a nuestras listas de otros tiempos con la del nuevo milenio. Para ello nos trasladamos hasta el 28 de diciembre de 2008 y le damos todo el protagonismo a Beyoncé que nos traía la única nueva entrada de aquel día con una tremenda balada que iba a convertirse en uno de los mayores éxitos de toda su carrera.

Para aquel entonces ya se había convertido en una auténtica estrella mediática por lo que con la publicación de cada nuevo disco se la jugaba porque todo lo que no fuera mantener el listón igual de alto iba a ser interpretado como síntoma de cansancio y decadencia, así funciona el mundo de la música. Esta circunstancia no le afectaría lo más mínimo ya que ese año publicaría un disco doble que puede considerarse como el proyecto más ambicioso y arriesgado de su carrera.

Este trabajo llevaría el título de «I Am … Sasha Fierce» y cada uno de los discos contenía música bien diferenciada. El primero, «I Am …» contenía baladas y música tranquila y romántica. El segundo, «Sasha Fierce» estaba compuesto por música para bailar repleta de ritmo. Centrémonos ahora en el primero de ellos, de donde se extrajo como primer sencillo la canción que situaba en lista aquel 28 de diciembre de 2008.

Se trata de «If I Were a Boy», una maravillosa balada en la que Beyoncé muestra una interpretación de gran altura y que habla de una ruptura sentimental en la que se muestra como se afrontan estas situaciones desde el punto de vista más machista. Esta composición vino rodeada de cierta polémica ya que fue compuesta por BC Jean con la intención de incluirla en un álbum propio. Su casa discográfica no estaría demasiado satisfecha ni con esta canción ni con las otras que el artista había preparado y el disco finalmente no vería la luz. Pocas semanas después caería en manos de Beyoncé y ésta introduciría los cambios adecuados para convertirla en el tremendo éxito en que se convirtió. Aunque a BC Jean no le gustó lo más mínimo la apropiación de su canción por parte de la cantante, la sangre no llegaría finalmente al río. En nuestra lista conseguiría unos resultados bastante buenos, acompañándonos durante 42 semanas para alcanzar el puesto 7 como mejor registro.

Por cierto, lo de «Sasha Fierce» no es un nombre caprichoso. Se trata del álter ego de la artista, un personaje que interpreta cada vez que se sube al escenario en sus giras y al que quiso poner nombre y apellidos con este álbum.

 

TAMBIÉN ES MÚSICA

Hoy estamos de despedida. Tras más de un año acompañándonos cada semana en nuestra revista, la sección «También es Música» nos dice adiós para dejar paso a un nuevo apartado cuyo contenido ya os comentaré tras disfrutar de los disparates de esta semana. Durante todo este tiempo han pasado por aquí esas canciones que en ocasiones nos han sacado una sonrisa, en otras nos han provocado un sentimiento de vergüenza ajena, pero que siempre han tenido el denominador común de que por muy estrambóticas que fueran, también son música.

Así que vamos a poner el punto y seguido (no digo final porque siempre habrá canciones con esta etiqueta en «La Graminola»), con tres canciones relacionadas con la Navidad que vienen a demostrarnos que hasta los mejores escribanos echan de vez en cuando tremendos borrones en cuanto notan los aromas de polvorones, turrones y mazapanes.

 

AMY WINEHOUSE / I SAW MOMMY KISSING SANTA CLAUS

Empezamos a lo grande. Por muchas vueltas que le he dado no consigo entender como a alguien se le puede ocurrir componer una canción que lleva el título de «I Saw Mommy Kissing Santa Claus», traducido «Yo Vi a Mamá Besando a Santa Claus», y en cuya letra se cuenta como un tierno niño se despierta por la noche el día de Navidad y ve como su madre besa y le hace cosquillas a Santa Claus por debajo de la barba.

Esta canción data del año 1952 y fue compuesta por Tommie Connor. Lo más grave del asunto es que fue utilizada para promocionar publicitariamente unas tarjetas de Navidad muy populares en los Estados Unidos en aquella época. Ni que decir tiene que los sectores más conservadores de la sociedad norteamericana no recibieron con demasiado entusiasmo esta canción, pero con el paso del tiempo se convirtió en uno de los villancicos más populares por aquellas tierras. No quiero ni pensar lo que habría sucedido si a alguien se le hubiera ocurrido algo parecido en España con los Reyes Magos. Lo de un trío besándose … no lo acabo de ver.

Para rizar el rizo del despropósito, esta canción llegaría a ser versionada por la mismísima Amy Winehouse que supongo que accedería a ello después de alguna de las animadas fiestas que solía regalarse a sí misma a base de alcohol. Es lo que tienen las fiestas navideñas, no se controla con la bebida y se termina cantando cualquier cosa.

Lo tomemos por donde lo tomemos esta composición es un auténtico despropósito, algo incomprensible, ya que Tommie Connor no era ningún humorista o similar sino que era uno de los compositores más afamados de aquel momento, siendo responsable, por ejemplo, de la adaptación al inglés del memorable «Lili Marlene».

 

CYNDI LAUPER / CHRISTMAS CONGA

En una línea similar se mueve el siguiente villancico que os ofrezco en el día de hoy. La combinación a mí me resulta imposible. Que una cantane como Cyndi Lauper ponga su voz al servicio de una canción navideña llama la atención, pero que además lo haga al ritmo de conga provoca que nos temamos lo peor. Ya os digo que esos temores se confirman totalmente.

La pregunta que me surge de inmediato es ¿era realmente necesario? Ya que te metes en el terreno tan «delicado» de los villancicos hazlo en condiciones y no con este ritmo que llega un momento que no sabes si ponerle las bolas al árbol o subirte a él para coger un coco.

A la canción no le falta de nada y cuenta con las típicas expresiones de este ritmo, en este caso «Bonga, Sábalo …» No queda más que decir de este villancico, simplemente escucharlo … hasta donde cada uno pueda. Ah, que no os lo he dicho, su título es «Christmas Conga».

 

LETICIA SABATER / EL POLVORRÓN

Ya que llegamos al final de esta disparatada sección, hay que cerrarla a lo grande y si buscamos alguna ¿canción? que combine la Navidad con la aberración la que viene a continuación es la ideal. Para ello, no podía ser de otra manera, nos quedamos en nuestro país.

Su protagonista es una descarriada Leticia Sabater quien dio sus primeros pasos a nivel de popularidad encargándose de presentar programas para los más pequeños y que con el paso del tiempo ha ido enloqueciendo hasta convertirse en una caricatura de sí misma.

Llevaba algún tiempo fuera de la circulación, o al menos poco se sabía de ella, pero ha regresado esta año a lo grande y se ha atrevido a ofrecernos un villancico que se ha convertido en uno de esos vídeos más vistos en internet. Y es que ésa es la clave de esta canción, su videoclip porque la canción en sí ya es bastante mala, pero el vídeo promocional es simplemente patético.

Esta ¿canción? lleva el título de «El Polvorrón» que ya nos muestra por donde van los tiros y en su videoclip vemos a una Leticia con algún kilo de más acompañada de unos Reyes Magos que se parten el pecho mientras bailan y que da la impresión que quieren ocultar su identidad y un señor que se pasa todo el tiempo de espaldas meneando uno de sus brazos de arriba a abajo continuamente en actitud un tanto sospechosa. Que nadie se asuste que al final se da la vuelta y lo que está haciendo es tocar la zambomba, la de verdad. Si buscamos un villancico hecho aberración, ése es el de Leticia.

Pues bien, hasta aquí llega esta sección que quien sabe si en un futuro volverá a tener cabida en nuestra revista. Llega el momento de desvelar que nuevo apartado será su sustituto y os contaré que es bastante más serio y formal que el que hoy desaparece.

A partir de la semana que viene ocupará su lugar en «La Graminola» una nueva sección que llevará el nombre de «Comparte Que Algo Queda» en la que os ofreceré colaboraciones entre distintos artistas, en su mayoría duetos, pero de las buenas, no como las que tenemos ahora. Será una manera de demostrar a todos que porque dos o más ¿artistas? unan sus fuerzas a base de reggaetón no son mejores artistas. Los que yo os mostraré a partir de la semana que viene sí que lo son.

 

LA ÚLTIMA DE LA GRAMINOLA

Como cada semana, vamos a cerrar ya el número de «La Graminola» de hoy con esas tres últimas canciones que nos llevan a tiempos pasados, nos recuerdan música hecha en España y nos presentan una de las novedades recién salidas del horno. Además, esta semana tenemos una pequeña sorpresa final. Así pues, todos a leer y escuchar el contenido de la primera contraportada de 2019.

 

EFEMÉRIDE

 

La efeméride de esta semana está protagonizada por un artista italiano bastante peculiar. Emigró a África por la Segunda Guerra Mundial, tardó en ser profeta en su tierra y lo dejó prematuramente cuando estaba en lo más alto. Se llamaba Renato Carosone y hoy nos deja su tarjeta de visita.

 

Para la efeméride de esta semana vamos a viajar muy atrás en el tiempo. Concretamente hasta 1920 ya que tal día como hoy de ese año venía al mundo un napolitano que iba a convertirse en una de las figuras indiscutibles de la música italiana, dejándonos momentos inolvidables en la década de los 50. Estoy hablando de Renato Carosone.

No lo tuvo nada fácil para poder abrirse camino en el panorama musical de su país a pesar de poseer un talento descomunal que le llevaría a obtener el título de piano cuando solamente contaba con 17 años de edad. La llegada de la Segunda Guerra Mundial le llevaría a abandonar Italia y trasladarse a África donde comenzaría su carrera musical obteniendo un tremendo éxito.

No regresaría a su país hasta terminado el conflicto. Sería en el año 1946 y se encontraría con la circunstancia de que a pesar de ser un prestigioso y exitoso músico fuera de Europa, en Italia era un auténtico desconocido. Poco a poco fue dando a conocer su música y sería en el año 1949 cuando conseguiría por fin ir mostrándole a sus compatriotas lo que era capaz de hacer.

Ese año formaría una orquesta para la inauguración de un local nocturno y con ella cosecharía tal éxito que su popularidad ascendería a cotas nunca antes vistas. Poco a poco fue siendo cada vez más conocido y su talento innato haría lo demás, conquistando al público de su país a lo grande.

A partir de ese instante iría cosechando éxito tras éxito con muchas canciones que se convertirían en banda sonora de la música italiana de los años 50, entre las que se encuentra la que os ofrezco a continuación. Se trata de una composición escrita en dialecto napolitano que viene a criticar la costumbre que se adquirío en la postguerra de imitar todo lo que tuviera sello americano. Una canción escrita en tono burlesco que se convirtió en el primer gran éxito de su carrera a nivel internacional y que llevaba el título de «Tu Vuo fa L’americano».

Sorprendentemente, cuando se encontraba en el mejor momento de su carrera y su popularidad superaba con creces a la de cualquier otro artista italiano y su proyección internacional era tremenda, en el año 1960 decidió dejar la música para dedicarse a la pintura, otra de sus grandes aficiones. Se justificó diciendo que el mundo de la música iba a cambiar profundamente a partir de ese instante, como así fue con la irrupción meteórica del rock & roll procedente de Estados Unidos, y que prefería dejarlo estando en la cumbre que terminar de mala manera olvidado por el público. Aunque en el año 1975 hubo un intento de que recuperara su carrera, todo se reduciría a algunos conciertos interpretando sus temas de siempre.

 

LA EDAD DE ORO DE LA MÚSICA ESPAÑOLA

 

Nos visita hoy un grupo poco conocido y que únicamente adquirió algo de popularidad con una de sus canciones, a pesar de seguir todavía en activo. Llegaron desde Barcelona y nos contaron la historia de la muerte de un personaje querido por todos. Se hicieron llamar Mercado Negro y nos muestran hoy en que terreno solía moverse su música, muy distinto al de sus primeros tiempos.

 

La música española de la contraportada de esta semana nos llega de la mano de un grupo que será conocido por muy pocos de vosotros. Una banda que procedía de Barcelona y que a pesar de que ha seguido manteniéndose en activo nunca ha logrado un reconocimiento a nivel comercial demasiado destacado. Eso sí, en el año 1984 publicarían un álbum en el que se incluía una canción bastante original con un título que llamaba la atención al instante y que creo que tiene cabida en el espacio que semanalmente le dedicamos a la música nacional.

Se hacían llamar Mercado Negro y en sus comienzos se moverían en las aguas de la new wave y el pop-rock, sonido que les llevaría a ganar en el año 1982 un concurso de rock celebrado en Manresa que de alguna manera les pondría en circulación y les ayudaría a grabar su primer disco al año siguiente.

Sin embargo, el estilo que tomarían las canciones de ese disco sería bastante distinto al que les había llevado a llamar la atención de los cazatalentos de la época. Algunas diferencias entre sus componentes les llevarían a prescindir de sus dos guitarristas e introducir los teclados de sintetizador y la caja de ritmos para dar cuerpo a su música, algo que se vería todavía más pronunciado en su segundo larga duración que aparecería en el mercado en el año 1984.

Este disco llevaría el título de «Se Han Cargado a Mickey Mouse» y el primer sencillo que se publicaría del mismo sería la canción que le da título. Posiblemente tan llamativo título sería lo que llevaría al público a interesarse por su música y a provocar que este tema obtuviera cierto éxito y les hiciera más populares, aunque realmente el proyecto no cuajaría definitivamente a nivel comercial.

 

NOVEDAD

 

No ha hecho más que empezar el año y ya tenemos uno de los que a buen seguro va a ser de los discos más grandes de 2019. Nos lo trae la siempre peculiar LP que vuelve a demostrar que su talento no tiene límites al escuchar las canciones que componen su nuevo álbum titulado «Heart to Mouth». Imprescindible en la colección de cualquier buen aficionado a la música.

 

Hay ocasiones en las que la música te trae grandísimas a la par que agradables sorpresas. La protagonista de la novedad de esta semana es una de ellas ya que se trata de una veterana compositora que ha pasado gran parte de su carrera escribiendo grandísimos éxitos para otras artistas y que cuando ha dado el paso de componer para sí misma y publicar sus propios discos ha dado muestras de que su talento está muy por encima de los éxitos comerciales que le ha proporcionado a otros.

Su nombre es Laura Pergolizzi, aunque artísticamente se hace llamar simplemente LP y hace un par de años logró un tremendo éxito a nivel internacional con la gran sorpresa que supuso su álbum Lost On You. Llama poderosamente la atención como una compositora que ha proporcionado tremendos éxitos para artistas como Rihanna, Christina Aguilera o Leona Lewis, entre otras, tuviera escondidas en su cabeza canciones tan espectaculares y llenas de sensibilidad como las que suelen integrar sus propios discos.

Nada pasa desapercibido en ella. Su aspecto andrógino, muchos ven similitudes con el que presentaba la grandísima Patti Smith, la calidad de sus canciones o su inconfundible voz, mezcla de Eartha Kitt y Stevie Nicks. Todo ello la ha convertido en una de las artistas más aclamadas por la crítica y he de reconoceros que opino que es con todo merecimiento. Su música está muy, pero que muy por encima de lo que se hace en la actualidad.

Acaba de publicar «Hearth to Mouth» un disco que sigue la senda marcada por su anterior trabajo y que vuelve a demostrar bien a las claras que su música es excepcional. Escuchar canciones como «Girls Go Wild» es un auténtico regalo para los oídos en los tiempos que corren y lo mejor de todo es que el resto de las canciones del álbum presentan la misma calidad.

Sé que el 2019 no ha hecho más que empezar pero estoy convencido que este disco estará dentro de doce meses en cualquier lista de los mejores álbumes del año. Apostado queda.

Os comentaba antes que la contraportada de esta semana venía con una pequeña sorpresa, con un añadido. Por fin acaban las fiestas navideñas y he querido cerrar el número de hoy con una canción que ha terminado convirtiéndose en una habitual de estas fechas pese a no haber sido compuesta con esas intenciones. Una espectacular canción que resumen que al final es el amor, a quien sea y a lo que sea, lo que termina moviéndonos a seguir adelante.

El año 2018 no ha sido demasiado bueno para mí y las fiestas han estado rodeadas de tristeza, pero una vez más la música me ha servido para recuperar fuerzas y ánimos. Creo que la canción que va a cerrar el primer número de la revista de 2019 encaja a la perfección en todos estos sentimientos.

Se trata de una canción del año 1984 extraída del álbum «Welcome to the Pleasurdome» de los casi siempre polémicos Frankie Goes to Hollywood, quienes tras sufrir la censura de los videoclips de «Relax» y «Two Tribes» sorprenderían a propios y extraños con el que acompañaría a una preciosa balada que sería publicada como tercer sencillo.

Se trata de «The Power Of Love», una canción cuya letra fue escrita por Holly Johnson hablando del amor en estado puro sin ningún límite pero que terminó conviertiéndose en una de las canciones navideñas de referencia año tras año por el espectacular y emotivo videoclip que representa el nacimiento de Cristo y la llegada de los Reyes Magos. Una maravillosa balada con unas imágenes no menos espectaculares que quiero ofreceros a todos vosotros como cierre al número de hoy.

Esto ha sido todo por hoy, que creo que ha sido bastante. En siete días regresamos con más música.

Hasta entonces, Graminoleños.

JUAN JOSÉ GOMARIZ

Deja un comentario