LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019


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Ya sabéis que la base de la revista es dar un pequeño repaso con las novedades que presentaban las listas de éxitos que he ido confeccionando desde hace cincuenta años. Cada nuevo número empezamos por la lista actual de cada semana y a continuación seguimos viajando hasta las listas de hace 50, 40, 30, 20 y 10 años. Todos los éxitos de la música desde el año 1967 irán apareciendo por aquí.

Junto a las listas distintas secciones a cada cual más recomendable. En «Los Pioneros» rememoramos la música y los artistas que inspiraron a todos los que vinieron después. Nuestro póster, a doble página en el centro desmenuza cada semana un disco que fue, es y será muy grande. En la sección «Comparte Que Algo Queda» disfrutamos de duetos de los de verdad, de grandes momentos compartidos de la múisca. Por último, la contraportada es el auténtico  colofón con noticias de actualidad, efemérides y música española.

Echándole un vistazo a la portada de cada día os podéis hacer una idea del contenido de la revista. Junto a cada fotografía hay un texto que contiene un link que te lleva directamente a la página en cuestión, pero yo os recomiendo ir por orden, ir leyendo desde el principio al final porque la música lo merece. Y recordad que siempre estaré abierto a cualquier crítica, consejo, sugerencia o petición que vosotros, Graminoleños, me hagáis.

 

NUESTRA PORTADA

 

La única entrada de esta semana en la lista de actualidad de «La Graminola» corre a cargo de dos chicos que ya han trabajado juntos antes como son C. Tangana y Alizzz. En esta oportunidad vienen acompañados del brasileño MC Bin Laden.

 

 

Tenía por delante una carrera prometedora y sin embargo todo saltó por los aires tras su participación en el «Festival de San Remo». La sección de los pioneros nos hace viajar hacia Italia para conocer la historia de un cantautor único en su especie con trágico final. Su nombre: Luigi Tenco.

 

 

Uno de los mejores grupos de la historia de nuestro país y asiduo a la lista sesentera nos vuelve a visitar esta semana. Pop-Tops nos ofrecen otro de sus grandes éxitos con unos registros muy distintos a los habituales.

 

 

La lista de los 70 que recordamos esta semana nos trae una nueva entrada de la mano de Carlos Santana y el cambio en el número 1 que pasa a ser propiedad de un Premio Nobel como Bob Dylan con uno de sus éxitos considerados por los críticos como menor. Si los menores son como éstos no me estraña lo del premio. Genial.

 

 

La potencia del hard-rock a la nueva usanza llena de «ruido» el póster central de «La Graminola» de esta semana. Hay un antes y un depués en el rock duro tras la irrupción en el panorama musical internacional de Guns N’ Roses. Ellos lo cambiaron todo y revivieron un estilo que empezaba a entrar en decadencia gracias a su álbum de debut, el espectacular e inimitable «Appetite for Destruction».

 

 

Sí, son ellos. Mecano protagonizan la música de los 80 de esta semana con una de las canciones más controvertidas a la paz que geniales de su carrera.

 

 

Desde Mallorca llegaba el grupo que protagoniza la lista de los 90 de esta semana. Pop fresco y agradable sin mayores pretensiones de la mano de Sunflowers, uno de los muchos grupos surgidos en la época que interpretaban su música en inglés.

 

 

La lista del nuevo milenio nos trae un tema de Niña Pastori pero, sobre todo, la presentación en sociedad de una entonces desconocida artista que ahora es una de las grandes. Es Lady Gaga y no viene sola.

 

 

Tres duetos más vienen a nuestra revista musical favorita todos ellos llenos de encanto. Posiblemente el más espectacular de todos sea la que protagonizan estos dos mozos de aquí al lado, Kenny Rogers y Dolly Parton, que apartaron por un instante el country para deleite de todos.

 

 

El fin de fiesta de esta semana cuenta con tres estilos bien diferenciados. La música pausada y sofisticada de The Commodores, el swing tan original de Rey Lui y el rock de toda la vida de un rockero de toda la vida como Bryan Adams que cerca de los 60 sigue dando lecciones magistrales con la música de los discos que va publicando con cuentagotas.

 

 

 

LA LISTA DE LA GRAMINOLA

Cada semana que pasa, en lo que se refiere a la música que inunda nuestra lista de actualidad, no paro de sorprenderme. Todo lo relacionado con el dichoso reguetón suena igual, pero resulta que existen una serie de variantes dentro de este estilo que no paran de crecer. Mucho me temo que la situación es mucho más grave de lo que nos imaginamos los amantes de la buena música.

Viene este comentario en relación a la única entrada que presenta la lista graminoleña que estrenábamos el pasado domingo día 24 de marzo de 2019. Ahora resulta que hay una variante de reguetón procedente de Brasil que se denomina funk carioca, aka baile funk o funk de favela, ahí es nada. Lo primero que se me viene a la mente es decirle a esta gente que qué sabrán ellos lo que es el verdadero funk y lo siguiente deprimirme aún más porque veo que la música de nuestros días no tiene solución.

Centrándonos en el tema que ¿disfrutamos? en nuestra lista desde ese día, os diré que sus protagonistas son dos españolitos que llevan ya tres años colaborando juntos con bastante éxito. Se trata del rapero C. Tangana y del DJ y productor Alizzz quienes han visto la oportunidad de abrirse de par en par el mercado brasileño para lo que han contado con la colaboración de un artista de ese país que en los últimos tiempos está triunfando a lo grande al otro lado del Atlántico con su música.

Su nombre es Jefferson Cristian Lima dos Santos, ahí es nada, pero su nombre artístico es todavía peor: MC Bin Laden, porque tacto, lo que se dice tacto no es que haya tenido demasiado. Los tres juntitos nos acaban de colocar en la lista un tema titulado “Pa’ Llamar tu Atención” y si alguien es capaz de explicarme en que se diferencia del resto de mediocridad reguetonera que circula por ahí que lo haga cuanto antes. Una solución quiero.

 

LOS PIONEROS

El protagonista de la sección de “Los Pioneros” del día de hoy es un tanto atípico ya que no es demasiado conocido y durante su carrera se movió en un terreno muy alejado del rock, el pop, el soul y estilos similares que suelen ser los que mandan en este apartado de la revista. Se trata de un cantautor italiano que yo descubrí cuando tenía catorce o quince años de edad y cuya trágica historia me atrajo desde el primer instante. Estoy hablando de Luigi Tenco.

Para muchos será un perfecto desconocido pero en Italia es una auténtica institución, más si cabe después de todo lo que rodeó a su trágica desparición en el año 1967 y todo lo que se ha escrito acerca de ella. Toda su carrera gira alrededor de lo sucedido con una de sus canciones que se convertiría en mítica, pero ésa la voy a dejar para el final como broche de oro. Antes os contaré algo de su figura y podremos conocer otros dos de sus temas más representativos.

 

LONTANO LONTANO

Desde muy joven se interesó por el mundo de la música y sus primeros pasos los daría en el terreno del jazz, convirtiéndose en un destacado clarinetista. Formó inicialmente una banda de jazz denominada Jery Roll Morton Boys Jazz Band y posteriormente un grupo más cercano al rock llamado I Diavoli del Rock en el que coincidiría con otra de las emergentes figuras de la música italiana como era Gino Paoli quien se iba a convertir en fundamental para la carrera de Tenco.

Hasta ese instante no se había centrado demasiado en su carrera como vocalista y mucho menos como compositor, pero Paoli le animaría a ello y éste sería el empujón que necesitaría para tomar la decisión. A partir de ese instante iniciaría su carrera en solitario demostrando una tremenda sensibilidad a la hora de componer y mostrando unas letras muy trabajadas que le harían ganarse la etiqueta de auténtico poeta de la música.

Su prestigio iría subiendo como la espuma y su música empezaría a tener cada vez mayor aceptación. Era capaz de mostrar una tremenda sensibilidad en cada una de sus canciones por lo que haría del terreno romántico su campo preferido, mostrando siempre una diferenciación muy clara con respecto al resto de cantantes melódicos italianos de la época dando esos pequeños tintes de jazz que tanto le caracterizaban y con los que tan cómodo se sentía.

Así pues, la música romántica sería la que le iría ofreciendo el camino del éxito siendo una de las primeras canciones con las que se ganó el favor del público y, sobre todo, de la crítica este “Lontano Lontano”.

 

ANGELA

Como suele suceder en estos casos, su reconocimiento masivo a nivel de público no llegaría hasta después de su desaparición, ya que mientras estuvo en activo una serie de condicionantes impedirían que conectase como merecía con los aficionados a la música. Su carácter irascible y cambiante le hacían caer mal en general a la gente. Sus ideas políticas cercanas al comunismo no estaban bien vistas en la década de los 60 en su país lo que le ocasionó algún que otro problema. Pero con lo que más tuvo que pelear fue con la censura, algo que se convertiría en habitual en su carrera.

Muchos piensan que fue un adelantado a su tiempo y en ese sentido las letras de sus canciones iban más allá de las que figuraban en las composiciones del resto de cantantes italianos de éxito en la década de los 60, adentrándose en terrenos prohibidos en lo relativo a las relaciones sentimentales y sexuales. Por este motivo, serían continuas las ocasiones en las que sus canciones fueron censuradas por las emisoras de radio, impidiendo de esta manera que su música fuera más conocida y él más popular.

En este sentido, el primer gran encontronazo con la censura se produciría con su álbum de debut de título homónimo en el que a excepción de dos de las canciones que lo integraban, todas las demás fueron objeto de censura. Hoy en día esta circunstancia habría sido incluso un impulso para que el público se sintiera intrigado por ellas, pero en aquellos tiempos significaba colocarse la vitola de polémico y producir un efecto negativo de cara al público. Como estamos viendo nunca lo tuvo fácil.

Otra de las características más marcadas de su carrera fueron sus continuos desencantos amorosos, algo que le marcaría tanto en el aspecto musical como en el personal, mostrando canciones tristes con letras desgarradoras alternadas con otras con unos cantos al amor verdaderamente emotivos, algo que podemos apreciar en una de las dos canciones que se salvaría de la criba censora en su álbum de debut, uno de sus grandes clásicos titulado “Angela”.

 

CIAO AMORE CIAO

Llegamos ya al momento fundamental de su carrera y lo hacemos con una canción que a mí particularmente me parece espectacular y que supondría no solamente el fin de su trayectoria sino también el de su vida. Nos situamos en el año 1967 momento en el que Tenco se presentaba a la edición de ese año del famoso “Festival de San Remo” con la idea de que ganarlo iba a ser pan comido. Estaba muy equivocado.

Tenco regaló una actuación con la canción que defendía que no estuvo a la altura de su categoría. El jurado no se sintió atraído de ninguna manera ni por su melodía ni por su interpretación y quedaría eliminado. Esta eliminación no era definitiva ya que las bases del concurso contaban con una repesca en la que era el público con sus votos el que podía lograr que un participante eliminado pudiera conseguir el pase a la final, por lo que tendría una segunda oportunidad.

En la repesca todo iría de mal en peor. Tenco ofrecería una actuación apática, cansina, con un aspecto desmejorado y muy amodorrado. La impresión que daba es que estaba bajo el efecto del alcohol o algún tipo de droga, llegando incluso a olvidar algunos pasajes de la letra de la canción que estaba defendiendo. Tras terminar su interpretación se sentaría en una silla cercana al escenario y se quedaría profundamente dormido. Consciente de que su fracaso se había consumado decidió marcharse del recinto donde se celebraba el festival con rumbo a la habitación de su hotel sin esperar tan siquiera a los resultados de la votación.

La noticia no se conocería hasta unas cuantas horas después. Tenco se había suicidado disparándose un tiro con una pistola en la sien, falleciendo al instante. Junto a él dejó una escueta carta en la que decía que se quitaba la vida no por que no la amase sino como señal de protesta por su eliminación y poco apoyo del público citando un par de canciones que sí habían llegado a la final como claras injusticias al ser valoradas mucho mejor que la suya.

La canción que interpretó se covirtió a partir de ese momento en un auténtico hito dentro de la música italiana y aunque no llegó a la final del festival podría decirse que fue la ganadora virtual. Lo que se le negó en vida se le otorgó tras su amarga muerte, algo que es de justicia ya que “Ciao Amore Ciao” es una grandísima canción por la que yo me terminé interesando por el trabajo y la vida tan apasionante de ese grandísimo cantautor que fue Luigi Tenco.

A partir de ese instante fueron continuas las sospechas sobre que algo raro había en toda esta historia. En las habitaciones contiguas a la de Tenco se encontraban alojados Jimmy Fontana y Lucio Dalla, otros dos de los grandes de la música italiana, y ninguno de ellos escuchó ningún ruido sospechoso, por lo que se habló de que el disparo se debió de realizar con un silenciador que nunca apareció. El disparo lo realizó sobre su sien izquierda cuando no era zurdo y sus familiares y amigos más allegados aseguraban que él nunca se habría suicidado por un fracaso en su carrera.

Cierto es que la investigación que se realizó fue bastante precipitada, pero yo no sé hasta que punto las distintas ideas sobre confabulaciones varias tienen algún fundamento. Se habló de que pudo asesinarle en un ajuste de cuentas el grupo mafioso de “El Clan de los Marselleses” por deudas de drogas. También se especuló con que su cercanía al Partido Comunista y algunas relaciones peligrosas que había hecho en un viaje a Argentina pudieron hacerle callar por haber visto o escuchado cosas que no debía. Como veis todo muy rebuscado y de película y aunque no seré yo quien ponga la mano en el fuego a la hora de negar estas aseveraciones, me quedo con la opinión generalizada que su vida sentimental y el fracaso en San Remo fueron los culpables de su trágico final.

En el año 2006 se reabriría el caso y aún hoy en día se sigue especulando sobre las causas reales de su muerte. Yo prefiero quedarme con lo estrictamente musical ya que tras su muerte se convertiría en un referente de la música romántica italiana y todos y cada uno de los artistas transalpinos que han abrazado esta manera de hacer canciones se han inspirado en su talento.

 

LISTA DE LOS AÑOS 60

Empezamos el recorrido semanal a través de las listas graminoleñas situándonos en el 24 de marzo de 1969. En la lista que se estrenaba aquel día se producía la entrada de una grandísima canción obra de uno de los mejores grupos que haya dado la música de nuestro país. Muchos son los que han afirmado siempre que en España no se hizo buena música en los 60 y los 70, pero bandas como la que vienen a continuación desmienten esta aseveración.

A principios de los 60 se formó en nuestro país un grupo denominado Los Tifones que intentaba sobrevivir como buenamente podía en aquella época. En el año 1967 se cruzaría ante ellos un descomunal vocalista que iba a cambiarles la vida a todos ellos. Su nombre era Phil Trim y gracias a él conseguirían un contrato discográfico con una multinacional, se cambiarían el nombre a Pop-Tops y se transformarían en una de las bandas más espectaculares de la música hecha en nuestro país gracias a la calidad que ofrecían.

Sus primeros pasos lo darían a través de una música pausada y calmada versionando algunos temas barrocos con un espectacular acompañamiento orquestal, algunos de los cuales ya hemos disfrutado en anteriores ocasiones en «La Graminola». Las baladas serían pues las que les reportarían mayor éxito y aceptación entre el público, pero en el año 1969 iban a sorprender a propios y extraños gracias a un álbum en el que compartirían protagonismo con otro de los grandes grupos españoles de la época como eran “Los Canarios”.

En aquellos tiempos era bastante habitual que artistas distintos compartieran protagonismo en algún álbum. Ojo no se trataba de que cantaran juntos, ni mucho menos, sino que la mitad de las canciones del disco eran de unos y la otra mitad de los otros. Eso es lo que sucedería con Pop-Tops y Los Canarios aquel año 1969, dejándonos un espectacular álbum en el que nos encontraríamos a Phil Trim y los suyos con unos registros muy distintos a los habituales.

Aprovechando el sonido que Los Canarios ofrecían con su sección de metal y viento, Pop-Tops grabarían alguna de las canciones del disco con ese tipo de arreglos, sorprendiendo a propios y extraños con una interpretación espectacular. Entre esas canciones se encontraba la que situaban en nuestra lista aquel 24 de marzo de 1969, un tema titulado “That Woman” que nos acompañaría durante 12 semanas para alcanzar el top 29 y que suena así de bien.

 

LISTA DE LOS AÑOS 70

Dos son las canciones correspondientes a la década de los 70 de las que vamos a disfrutar a continuación y las dos son un auténtico lujo. La lista que se estrenaba el 24 de marzo de 1979 nos traía cambio en el número 1 y una nueva entrada que si os digo que están protagonizadas por Bob Dylan y Santana ya os podéis imaginar que son dos canciones excepcionales. Vayamos con ellas.

Tras nueve semanas con el fenómeno “Grease” instalado en lo más alto de la lista gracias al “You’re the One that I Want” de John Travolta y Olivia Newton John, llegaba el momento del relevo con un tema de Bob Dylan incluido en su álbum “Street Legal”, un disco que la crítica especializada no trató demasiado bien, de manera injusta en mi modesto entender.

Se trata de “Changing of the Guards”, una canción muy especial y que a mí particularmente me encanta con ese sonido tan atrayente que crean los coros femeninos y, sobre todo, ese saxo que lo inunda todo entre estrofa y estrofa. Sé que voy a contracorriente, pero a mí me parece una gran canción, aunque no iré tan desencaminado cuando llegó al número 1 de nuestra lista, puesto en el que permaneció durante 4 semanas.

Vamos ya con la única nueva entrada que registraba la lista graminoleña de aquella semana. Y pasamos de un monstruo de la música como Dylan a otro que no le va a la zaga como el señor Carlos Santana que demostró bien a las claras en el año 1979 que cuando uno está a su nivel y ha adquirido el prestigio que tenía puede hacer lo que le venga en gana que será bien recibido.

De todos es sabido que la carrera del guitarrista, sobre todo en sus primeros tiempos, se basó en la fusión del rock, el blues, el jazz y la música latina, convirtiéndose en una de las grandes referencias mundiales a la hora de tocar la guitarra. Pues bien, en aquel momento quiso darse un capricho y darle una vuelta de tuerca más a su carrera con su incursión en los terrenos del funk e incluso la música disco.

Puede sonar un poco extraño que Santana pudiera sonar con la espectacularidad de siempre arrojándose en los brazos de estos estilos, pero lo cierto es que su destreza con la guitarra es tan grande que demostraría a propios y extraños que podía con todo.

El álbum en cuestión llevaba el título de “Inner Secrets” y en él se incluía la canción que entraba en nuestra lista aquel 24 de marzo de 1979, un tema titulado “One Chain” en el que el guitarrista nos arrastra al mundo del baile y con la que nos acompañaría durante 9 semanas para alcanzar el top 29. No es uno de los mejores trabajos de su carrera pero irradia calidad y originalidad por los cuatro costados.

 

EL ÁLBUM DE LA SEMANA

Aunque pueda parecer mentira, hubo una época en la que Guns N’ Roses eran capaces de centrarse en el mundo de la música a pesar de sus continuos desbarajustes. Aunque pueda parecer mentira, hubo una época en la que Axl Rose era capaz de mantenerse en pie en un escenario para ofrecer grandes directos y no tocarle demasiado las narices a nadie. Aunque parezca mentira, hubo una época en la que este grupo fue lo más grande que podíamos echarnos a los oídos si lo que buscábamos era auténtico hard- rock. Pues como esa época en realidad ha existido, el póster central de “La Graminola” se va a trasladar a esos tiempos.

Y es que en las ocasiones en las que estuvieron a lo que tenían que estar, esta banda ofreció momentos únicos en la historia del rock duro, siendo el más significativo precisamente su álbum de debut, con el que cambiarían las reglas de lo que el hard-rock era hasta ese momento, pudiendo decirse que hay un antes y un después tras su aparición en el mercado.

Así pues, hoy nos vamos a poner las pilas y a disfrutar a toda mecha, con la caña que Guns N’ Roses fuero capaces de crear con el primer disco de su carrera que está considerado como uno de los mejores trabajos de hard-rock de la historia, este ya mítico “Appetite for Destruction” del año 1987. Que no os pase nada.

 

GUNS N’ ROSES / APPETITE FOR DESTRUCTION

Lo primero que hay que hacer es situarse en el contexto temporal de la época. El hard-rock estaba en una época un tanto complicada habida cuenta de que habían ido surgiendo una serie de bandas con un estilo calcado a las que no se daba demasiada credibilidad. Se las encasillaba con el calificativo casi despectivo de “hair-rock” porque todos ellos lucían unas larguísimas melenas, en la mayoría de los casos teñidas, y su música no acababa de enganchar al público que adoraba el hard-rock. Eran tachados de comerciales y estrafalarios y aunque vendían discos y tenían popularidad no tenía pinta de que fueran a durar mucho tiempo ni a adquirir la categoría de ídolos.

Corría el año 1987 y un grupo de jóvenes procedentes de distintas zonas rurarles de los Estados Unidos, miembros de familias muy humildes, publicaban un disco que en un primer momento fue considerado como uno más, de una banda más de este estilo que estaba proliferando de manera casi alarmante en aquella época. Los que así pensaron en un primer momento pronto cambiarían de opinión porque ellos eran más, mucho más que eso.

Como tantas y tantas bandas, el grupo se formó tras pasar sus miembros por distintas formaciones con más pena que gloria. Se trataba de cinco muchachos muy jóvenes, con muy poca formación pero unas ganas tremendas de comerse el mundo y, sobre todo, un talento descomunal para el rock. Así pues, Steven Adler, Izzy Stradlin, Duff McKagan y, sobre todo sus dos grandes líderes, Slash y Axl Rose dieron cuerpo a la banda que iba a cambiar de arriba abajo las reglas del rock duro a partir de ese instante, Guns N’ Roses.

Nos encontramos ante un trabajo descomunal. Una colección de canciones en las que los cinco cuentan sus vivencias personales y lo hacen con una crudeza y una intensidad espectaculares. De hecho, para abrir el álbum ya dejan muy claro cuales son sus pretensiones, ofreciéndonos una canción que por su título parece invitar a seguirles en su manera de vivir, algo que también es cierto, pero que esconde realmente una historia detrás que protagonizó el cantante Axl Rose cuando viajó hasta la ciudad de Los Ángeles para abrirse camino en el mundo de la música.

Nada más aterrizar en la gran ciudad, Axl se dio cuenta de inmediato de que aquello le desbordaba. Él procedía de un ambiente rural y de un pueblo bastante pequeño y no daba crédito a todo lo que veían sus ojos, sobre todo en el ambiente nocturno. El sexo, las drogas y la delincuencia surgían por todas partes y una noche él mismo sufrió en sus carnes un asalto en el que le robaron todo lo que llevaba encima. El ladrón, cuando se alejaba del lugar del robo le dijo: “¿Sabes dónde estás? Estás en la jungla … vas a morir”.

Esa frase se le quedaría muy marcada y de inmediato se pondría manos a la obra para componer una canción al respecto. Cuando conoció al resto de los miembros del grupo y dieron por fin cuerpo a Guns N’ Roses fue la primera composición que les mostró y cuando Slash fue capaz de encontrar el riff de guitarra adecuado se darían cuenta que ésa iba a ser la canción que abriera su primer álbum, ese mítico “Welcome to the Jungle”, con el que nos da la bienvenida a la jungla, a la jungla de la nueva manera de hacer rock duro.

Como os contaré más adelante, la portada inicial del disco fue objeto de censura hasta el punto de que tuvo que ser cambiada. Esto provocaría que la cadena televisiva MTV les vetara y no ofreciera en un primer momento el vídeo de esta canción. Su mánager movería los hilos correspondientes y lograría que fuese emitido finalmente pero a las tres de la madrugada. Cuando se produjo el estreno a esas horas muchos se dieron cuenta de que estaban ante una banda muy grande y de inmediato inundaron la centralita de la cadena solicitando la emisión del vídeo una y otra vez, convirtiendo esta canción en todo un clásico del hard-rock y provocando un considerable incremento en las ventas del álbum.

Lo curioso del caso es que el éxito no les llegaría de inmediato. La acogida que tuvo el disco no fue demasiado entusiasta ya que muchos pensaban que era más de los mismo y empezaban a estar cansados de bandas der rock duro que no aportaban prácticamente nada nuevo. Sin embargo, gracias a la gira promocional que realizaron de “Appetite for Destruction” lograrían revertir la situación ya que en directo el público pudo comprobar que ellos eran distintos y que ofrecían algo que estaban esperando desde hacía bastante tiempo.

Pero no sería ésa la única causa que provocaría que su éxito llegase un poco más tarde. Como ha sucedido tantas y tantas veces en el mundo de la música, la censura iba a ser la responsable de su lanzamiento absoluto con su famoso efecto rebote. Los señores censores cometían una y otra vez el mismo error. Basta que prohíbas algo para que de inmediato todo el mundo hable de ello y quiera conocerlo. Como buenos chicos rebeldes, los componentes de Guns N’ Roses explotarían de alguna manera esta circunstancia ya que recibieron críticas y censuras por varios motivos como iremos viendo a lo largo de nuestro espectacular póster central de hoy.

La segunda canción del álbum sufrió de alguna manera esa censura y ese efecto rebote del que os hablo. De nuevo las vivencias personales de los miembros de la banda salen a relucir en una intensa canción de rock en la que Axl se presenta con un tono más grave y menos “chillón” del habitual, no por ello con menos ritmo.

Se trata de “It’s So Easy”, un tema que habla de los momentos en los que los chicos del grupo atravesaban serios problemas económicos y sin embargo las chicas se seguían acercando a ellos para conseguir dinero de manera fácil. Una letra un tanto machista que hoy en día levantaría ampollas, perteneciente a la canción que sería publicada como primer sencillo pero sin tener demasiada aceptación, aunque después de disfrutar de ella os cuento como la situación cambiaría radicalmente.

De este tema se grabaría el correspondiente videoclip que nunca saldría a la luz, ya que en el mismo se mostraba a la entonces pareja de Axl vestida en plan sadomasoquista mostrando escenas sexuales demasiado explícitas, lo que provocaría que el propio sello discográfico abortara cualquier posibilidad de que fuese emitido. Esta circunstancia crearía una especia de halo sobre ella que la convertiría en una de las favoritas del público en sus conciertos, siendo uno de los temas más esperados en sus actuaciones en vivo. El año pasado, con motivo de la reedición de este álbum en su treinta aniversario, se publicaría por fin un videoclip de esta composición pero en una versión diferente en la que únicamente se ve a los miembros del grupo tocando sobre el escenario. Está claro, ya no son lo que eran en cuanto a rebeldía y provocación.

Los grandes discos suelen contar con llamativas portadas que se convierten en auténticos iconos. “Appetite for Destruction” no es una excepción en este sentido y cuenta con una portada espectacular en la que aparece una cruz con los cráneos de cinco calaveras incrustados en ella representando a cada uno de los miembros de la banda. Una portada creativa, truculenta y llamativa que es parte de la historia del rock pero que no era la inicialmente prevista.

En un primer momento, en la portada aparecía la imagen de un robot violador que iba a ser castigado por sus fechorías, todo con una imagen muy futurista. Ellos mantenían que era una imagen simbólica que representaba el maltrato que las industrias realizaba a diario sobre el medio ambiente contaminándolo y violándolo continuamente. Pese a la explicación no convencieron a nadie y la censura hizo su labor. Desde su propia casa discográfica ya pusieron pegas a su publicación tal cual, la MTV decidió no emitir sus videoclips e incluso algunas distribuidoras se negaron a remitir los discos a las tiendas para su venta. Ante esta situación no tuvieron más remedio que cambiarla, aunque la elección inicial sería incuida como una portada interior. Aquí os la dejo para que vosotros juzguéis si es o no escandalosa. Si queréis mi opinión os diré que es otra muestra más de pusilaniminidad de algunos.

Con estas premisas no es de extrañar que se granjearan una fama de polémicos y desequilibrados bastante grande, circunstancia que no les afectaba lo más mínimo ya que no estaba nada alejada de la realidad. Hasta que su popularidad creció como la espuma y la repercusión del álbum les lanzó al estrellato habían vivido momentos bastante complicados y precarios, en los que el alcohol fue uno de sus compañeros de viaje, viniendo poco tiempo después su incursión en el mundo de las drogas. El alcohol pues es uno de los temas recurrentes del álbum y fuente de inspiración de la canción que viene a continuación.

En sus primeros tiempos eran muchas las horas que pasaban en alguna habitación viendo las horas pasar o intentando encontrar la inspiración para crear sus canciones. La compañía del alcohol era inevitable pero como su situación económica era tan precaria no tenían dinero ni para saciar su sed de vicio. Descubrieron una marca de vino denominada “Nightrain Express” que era muy barata y, según ellos, les colocaba al segundo trago, convirtiéndose de inmediato en su bebida preferida hasta el punto de que le dedicarían una de las canciones del disco.

La canción llevaría el título de “Nightrain” y como el tema de la censura estaba en plan tan sensible cuando les preguntaban sobre esta canción ellos decían que hablaba de unos jóvenes que viajaban en tren para conocer el mundo. Hacedme caso, la versión real es la del vino.

El éxito que lograrían con este disco sería tremendo. Batiría todos los records habidos y por haber y se convertiría en el álbum de debut más vendido de la historia. Su sonido contundente, su puesta en escena y la calidad de sus canciones convertirían a “Appetite for Destruction” en un referente de la música de rock duro y potente, una especie de manual de instrucciones de como debía ser el nuevo hard-rock. Con ellos y con este disco podría decirse que empezaba el rock de los 90.

En aquella época, los grandes amantes del rock duro se quejaban de que se había perdido la contundencia en cuanto a sonido y la esencia de siempre se había visto difuminada. Muchas de las bandas que se movían en ese terreno habían empezado a utilizar sintetizadores en sus composiciones y eso para los más puristas era intolerable, por lo que no era de extrañar que la irrupción de Guns N’ Roses fuera acogida con tanto entusiasmo. Además, esa manera de comportarse en plan “chicos malos” sería otro de los factores que ayudarían a su éxito.

Lo de ser chicos malos hay que tomarlo en sentido literal, no hay más que escuchar la canción que viene a continuación, uno de los temas más contudentes del disco que irradia puro rock por los cuatro costados y que a mí particularmente me encanta. En ella vuelven a contarnos vivencias personales llevadas al límite.

Se trata de “Out Ta Get Me”, una canción que se inspiraría en un incidente que tuvieron cuando tras acudir a un concierto fueron interceptados por dos policías que les cachearon y acusaron de esconder drogas, algo que no era verdad en esa oportunidad. Axl compondría la canción como un acto de rebeldía ante el abuso de autoridad y a las continuas prohibiciones hacia los que intentan vivir a su manera y a su ritmo. Una composición que de inmediato se convirtió en una especie de himno de los jóvenes norteamericanos como si de un canto a la rebeldía se tratase.

Cuando os he contado la historia de los grandes grupos de la historia de la música que han ido apareciendo por estas páginas hemos podido comprobar que el mundo de las drogas siempre les ha acompañado, pero lo habitual es que esos excesos y adicciones llegaran justo en el momento en el que el éxito y la fama eran casi insoportables. Su consumo se convertía en una especie de válvula de escape para liberar la presión que suponía el estatus adquirido y una herramienta más para soportar la presión psicológica y física que ello suponía. En el caso de Guns N’ Roses la situación sería todavía más drástica.

Podría decirse que ellos traían esas adicciones de serie ya que cuando grabaron este álbum de de debut ya estaban enganchados al consumo de drogas, sobre todo a la heroína, recuperando esa imagen habitual de que los rockeros siempre estaban enganchados y colgados. En su caso concreto era una realidad, lo que no era impedimento para que su música fuese descomunal.

No es de extrañar entonces que alguna de las canciones que se incluyen en el álbum trate precisamente sobre el tema de las drogas. Ellos eran conscientes del terreno peligroso en el que se habían metido y eran muchas las ocasiones en las que intentaban hacer propósito de enmienda, manteniendo muchas conversaciones al respecto, sobre todo en las figuras de Izzy Stradlin y Slash, quienes mantenían una íntima relación de amistad desde hacía bastante tiempo.

Una de esas conversaciones sería la que inspiraría “Mr Brownstone”, una expresión que alude precisamente a la heroína a la que ambos estaban enganchados. Muchos la interpretaron como una loa al consumo de esta droga, pero la intención con la que fue compuesta era precisamente la contraria. Una vez más la imagen que proyectaban iba por delante de ellos.

Para que nos hagamos una idea de lo que el consumo de drogas supuso en los cinco miembros del grupo, os contaré que Steven Adler sufriría a lo largo de sus años de adicción hasta 28 sobredosis, dos ataques al corazón y un derrame cerebral. Por su parte, Duff McKagan acabó con el páncreas dañado, Izzy Stradlin estuvo en una ocasión en coma durante 96 horas y Slash estuvo continuamente entrando y saliendo de clínicas de desintoxicación. Sobre Axl Rose mejor no hablar, simplemente comprobando su comportamiento habitual nos podemos hacer una idea cual fue su órgano más afectado.

El disco está repleto de grandes canciones pero es inevitable que algunas de ellas destaquen sobre las demás. La que viene a continuación es una de las más notables y destacadas de todo el álbum. Una canción sencilla, compuesta de una manera sencilla e interpretada de una manera sencilla que desde el momento en el que fue publicada se convirtió en uno de los grandes clásicos de la carrera de Guns N’ Roses.

Esta canción fue compuesta en el interior de una furgoneta cuando regresaban a casa tras una pequeña actuación cuando todavía nadie les conocía y, mucho menos, apostaba por ellos. Slash comenzó a tocar con su guitarra el famoso riff por la que todos la reconoceriámos poco después y de inmediato Axl comenzó a improvisar la letra. El resto de los miembros del grupo se dieron cuenta de que estaban ante una joya y poco a poco se irían añadiendo a la fiesta para esbozar lo que iba a ser una de las mejores canciones de toda su carrera.

La intensidad y el ritmo trepidante que presentan la totalidad de las canciones del álbum nos da un pequeño descanso con esta composición. No es que el ritmo sea menor, pero sí que no presenta esa atmósfera agobiante y a toda velocidad que hemos disfrutado hasta este momento. De hecho se permiten el lujo de introducir unos arrejos de sintetizador con una soltura y precisión que en ningún momento hacen dudar de que estamos ante una canción de rock duro.

De nuevo sale a relucir la impresión que causaría en ellos la ciudad de Los Ángeles con todas sus virtudes y miserias. En esta ocasión, su letra puede ser interpretada tanto en el sentido de crítica como en el sentido de admiración, pero de lo que no cabe ninguna duda es de que “Paradise City” es una auténtica joya. A mí personalmente me encanta y sus siete minutos de duración no me cansan lo más mínimo dejándome con ganas de más.

Otra de las características que tiene este álbum es que no se incluye en él ninguna balada, algo extraño ya que hasta los interprétes más duro del rock internacional siempre incluían en sus discos algún tema más tranquilo. Sin embargo, hubo una canción que fue concebida inicialmente de esta manera pero que finalmente endurecería su puesta en escena ya que pensaban que no encajaba con el resto de las canciones y, mucho menos, con la filosofía de la banda en sus comienzos.

Ahora os voy a hablar de Elton John … No, no me he vuelto loco, no. Es que sin quererlo, el inglés iba a ser en cierto modo el responsable de la canción que viene a continuación. Durante los primeros tiempos de la carrera del grupo, había una chica muy joven llamada Michelle Young que había sido novia de Slash y que solía a compañarlos en sus actuaciones. Todos los miembros del grupo entablaron una sincera amistad con ella y el cariño que se procesaban era mutuo.

La vida de la joven no había sido nada fácil. Adicta a las drogas, huérfana de madre desde muy niña y con un padre dedicado al negocio de la pornografía que no le hacía demasiado caso, había tenido que crecer en un ambiente hostil y convertirse en una luchadora para sobrevivir. Un buen día se encontraba con Axl escuchando la radio y de repente sonó “Your Song”, la preciosa canción de Elton John, y Michelle comentó que cuanto le gustaría que alguien le escribiera una canción a ella. Axl se quedó con la copla y se puso manos a la obra.

El cantante comenzó a componer una canción dedicada a Michelle y el primer esbozo dio como resultado una balada que podría firmar cualquier grupo de pop del momento. Estaba claro que era demasiado “blanda” para lo que el grupo era y decidió rehacerla de arriba abajo dándole el oportuno toque de rock duro y acompañándola de una letra descarnada que narraba con todo lujo de detalles la intensa y dura vida de su amiga. Cuando Slash leyó su letra por primera vez mostró su disgusto y todos pensaron que ella iba a reaccionar de una manera similar ya que lo que en esta composición se narraba se hacía con pelos y señales sin ningún tipo de metáfora, todo de manera muy directa.

Sorprendentemente, a Michelle le ecantó la canción y la única condición que pondría sería que no trascendiera que la protagonista era ella ya que quería mantener el anonimato para no perjudicar su reputación. De esta manera “My Michelle” sería incluida en el álbum y se convertiría en una de las canciones más emotivas del mismo. Que nadie se llame a engaño, el comienzo suena a balada total pero es simplemente una maniobra de distracción.

Muchos os estaréis preguntado que si la muchacha puso como condición que no se conociera que esta canción estaba dedicada a ella resulta que es del dominio público. Pues bien, el caso es que Axl, en una de sus habituales incontinencias verbales, terminaría descubriéndolo todo, algo que a Michelle no le hizo ninguna gracia ya que por aquel entonces había reconducido su vida y era una feliz mujer casada y madre de dos hijos. Las cosas del señor Rose.

En los primeros tiempos del grupo, su engranaje funcionaba a la perfección y eso es decir mucho para una banda formada por cinco personalides tan alocadas y anárquicas como poseían sus integrantes. En aquella época todos componían sus temas, los presentaban a los demás y poco a poco le iban dando cuerpo. Luego vendrían los tiempos de divismo de Axl y los celos de Slash que terminarían llevándose todo por delante, pero en esos momentos “la democracia interna” era su modus operandi.

Cada uno iba dejando su propia improta en sus creaciones, pero todas ellas contaban con el denominador común de la intensidad, un ritmo frenético y un sonido duro y contundente. De hecho, hasta una canción romántica, la única que se incluye en el álbum, se interpreta a todo trapo y a un volumen desatado.

Se trata de un tema compuesto por Izzy Stradlin y que habla sobre una relación amorosa que acaba de mala manera, aunque él siempre desmintió que se refiriera a una relación propia en concreto. Esta manifestación llevaría a muchos a opinar que su letra está escrita de manera metafórica y que habla realmente de su relación con la heroína. Vamos, lo de cría fama y échate a dormir.

De lo que no cabe ninguna duda es de que sea o no una canción de amor, el ritmo de “Think About You” te pone en órbita desde la primera nota, demostrando que Stradlin poseía un talento que no estaba ni mucho menos por debajo del de sus compañeros de fatiga.

A continuación llega el que podría considerarse momento culminante del disco con la canción más representativa del mismo y una de las más espectaculares de la carrera de Guns N’ Roses. Lo curioso del caso es que todo surgió de una manera improvisada e imprevista, casi como una especie de broma y terminó por convertirse en uno de los grandes himnos de la banda, algo que por otra parte ya hemos visto en muchas ocasiones por estas páginas que es bastante más habitual de lo que se cree.

Todo surgió durante los prolegómenos de una sesión de grabación. Slash solía utilizar una melodía determinada para calentar sus dedos antes de comenzar en serio y en ello estaba cuando aparecieron Adler y Axl en el estudio. Mientras el guitarrista seguía tocando el riff haciendo burlas hacia los dos recién llegados, el otro guitarrista del grupo, Izzy Stradlin le dijo que continuase mientras él cogía su guitarra y le acompañaba modificando algunos compases. Axl se dio cuenta de manera inmediata de que esa melodía podía ser aprovechable y comenzó a escribir la letra más romántica y sentida de todo el disco, mostrando un lado sensible que ni sus propios compañeros de fatigas sabían que tenía.

La canción estaba dedicada a la que por aquel entonces era su novia, Erin Everly, hija de Don Everly, el cincuenta por ciento de ese magnífico dúo que eran The Everly Brothers. La cosa acabaría en matrimonio en el año 1990 pero solamente duraría un mes. Las cosas del bueno de Axl. Lo cierto es que con esta letra, el chico malo demostró tener su lado bueno y sensible.

Nos encontramos ante una canción descomunal, con uno de los riff de guitarra más espectaculares de la historia del rock. Una de esas canciones en las que con solamente escuchar la introducción de guitarra todos sabemos de sobra a que tema pertenece. Una auténtica joya titulada “Sweet Child of Mine”, auténtico buque insignia de “Appetite for Destruction” y todo un clásico de la historia del rock duro.

Lo curioso del caso es que a pesar de ser él el responsable de la creación de esta canción y ofrecer un solo de guitarra de esos que ponen los pelos de punta, Slash siempre ha renegado de este tema ya que surgió de una especie de broma y de una técnica que llevaba tiempo utilizando para calentar antes de iniciar las sesiones de grabación y de alguna manera no le parecía serio que al final se hubiese convertido en uno de los temas más representativos de la carrera del grupo. A él no le parecería serio pero al público y a los críticos sí y al final eso es lo que verdaderamente cuenta.

La aparición de Guns N’ Roses en escena fue fundamental para que el hard-rock recuperara el terreno perdido. El glam-rock fue la semilla que desencadenaría la aparición del rock duro en su máximo esplendor, pero hacía tiempo que había ido desapareciendo. Ellos de alguna manera quisieron demostrar que sin renunciar de algún modo a la estética “glam” se podía evolucionar y crear una nueva forma de hacer rock contundente. Sin ellos, está claro que la historia se habría escrito de otra manera y posiblemente con un final infeliz.

Llama poderosamente la atención que un grupo tan anárquico y de comportamiento tan inesperado pudiera convertirse en la referencia del hard-rock en ese momento. Unos pipiolos sin experiencia, enganchados a las drogas y sin ningún tipo de esquema a la hora de crear su música fueron capaces de poner patas arriba el escenario musical de la época, dejando de alguna manera en evidencia a algunas de las bandas que habían ido surgiendo en los últimos años sin ser capaces de aportar nada nuevo e incluso a algunas de las veteranas que parecían ancladas en el pasado.

Para que nos hagamos una idea de la manera tan alocada que tenían de comportarse basta con conocer la historia que rodea a la siguiente canción que aparece en el disco. Se trata de un tema que inicialmente fue compuesto con guitarras acústicas y que poseía un ritmo calmado. No era una balada propiamente dicha pero sí que se le acercaba. Fue una de las primeras composiciones que realizaron juntos y el primer día que se subieron al escenario para los ensayos de un concierto, antes de que el disco apareciera en el mercado, se dieron cuenta de que no acababa de encajar tal y como estaba concebida.

En ese momento, Slash comenzó a improvisar y a darle rienda suelta a su forma más intensa de tocar la guitarra, siendo acompañado con un ritmo frenéntico por el resto de los miembros del grupo. De esta manera esa canción acústica y sosegada se transformó en la composición más rápida, frenética y contundente de todo el disco. Hay que reconocer que el título “You’re Crazy”, le venía como anillo al dedo.

Ellos mismos reconocerían que como esta canción fue inicialmente compuesta con otro ritmo, cuando la interpretaban en diecto lo hacían cada noche de una manera diferente. Siempre se dejaban llevar en una sesión de desenfreno total hasta el punto de que el propio Slash admitiría que no recordaba haber tocado el solo de guitarra de la misma manera en ninguna ocasión. Sin comentarios.

Lo cierto es que no lo tuvieron nada fácil para que la gente les tomara en serio y, como os comentaba al principio, solamente sería cuando les vieron actuar en directo cuando el público en general se dio cuenta del potencial que tenían. Hay que reconocer que su imagen no ayudaba a ello ya que gran parte de los seguidores del hard-rock estaban empezando a renegar de las “hair-band” que estaban surgiendo en aquella época, pensando que Guns N’ Roses eran más de los mismo.

De todas maneras, hay que reconocer que el equívoco tenía razón de ser porque al ver sobre el escenario a cinco tipos vestidos como ellos era de esperar que se les incluyera en el mismo saco. Eso sí, su imagen se convertiría totalmente icónica y la chistera de Slash, el pañuelo en la cabeza, la falda escocesa o el pantalón corto ajustado de Axl, la chupa de cuero de Izzy o el sobrero y las botas de cowboy de McFagan pronto se convertirían en una de las imágenes más populares de la historia del rock. Muchos os estaréis preguntando que que pasa con la imagen de Adler, bueno, ése ya tenía bastante con su aspecto constante de estar colgado.

Escuchando el disco, es más que evidente que no se trata de una banda más como las que habían ido surgiendo en aquella época. Su intensidad, su velocidad a la hora de tocar sus canciones, la manera casi histriónica de cantar de Axl no la poseía ninguna de ellas, pero es que además el talento se les caía de los bolsillos. Todo este cóctel era verdaderamente explosivo y no podía dar otro resultado que el que dio.

Prueba de esa tremenda intensidad y esa aceleración que le daban a su manera de tocar y cantar es el penúltimo tema incluido en el álbum. Una canción que había sido compuesta algunos años atrás, justo en el momento en que comenzaron su andadura juntos y todavía no se llamaban Guns N’ Roses. Se trata de “Anything Goes” de la que yo me atrevería a decir que nunca nadie había gritado una canción tan bien como lo hace Axl en esta ocasión.

Llega ya el momento de cerrar el disco y lo hacen, como no podía ser de otra manera, con el tema más especial, escandaloso y polémico de todos. Una canción con más de seis minutos de duración que les permite dar rienda suelta a su talento como instrumentistas y que tenía una dedicatoria muy especial, además de una grabación polémica e indecorosa para muchos.

Cuando Axl llegó a Los ángeles conoció a una joven de 18 años que por aquel entonces era una de las musas del underground en la ciudad. Atendía al nombre de “Barbi” Von Grief y ayudó mucho al cantante en sus primeros pasos de su nueva aventura, dándole cobijo e introduciéndole en el ambiente musical adecuado. Podría decirse que sin ella sería muy posible que Guns N’ Roses y este extraordinario álbum no hubieran visto la luz.

Axl quiso dedicarle una canción muy especial y se le ocurrió introducir unos sonidos bastante inusuales. Pensó que sería buena idea que se escucharan durante la parte instrumental de esta composición los gemidos y jadeos de una relación sexual. Dicho y hecho se puso manos a la obra y no se trataría de un simple efecto especial sino que para la ocasión se introduciría en la cabina de grabación con una mujer con la que mantendría relaciones sexuales cuyo sonido fue debidamente grabado y posteriormente incluido en esta canción.

Esta situación ya es de por sí lo bastante escandalosa, pero aún hay más. Y es que la mujer con la que Axl mantuvo esas relaciones sexuales era Adriana Smith, quien había sido novia hasta hacía apenas un par de semanas atrás del batería Steven Adler, por lo que os podéis imaginar la tremenda polvareda que levantaría el asunto cuando salió a la luz toda esta información. En un primer momento no se le dio demasiada credibilidad pero tanto los propios miembros del grupo como los técnicos de sonido que ayudaron en la grabación confirmaron punto por punto lo que os acabo de contar.

Así pues, disfrutemos de este final de fiesta tan incalificable que ofrece “Rocket Queen”, título que obedece a que la musa inspiradora de esta composición, la mencionada “Barbi” Von Grief, quería formar su propia banda y ponerle precisamente ese nombre, algo que finalmente no llegaría a hacer ya que terminaría abandonando muy pronto cualquier contacto con el mundo artístico y musical.

Así acaba este disco fundamental para entender la historia del hard-rock. Un álbum que sería la piedra angular sobre la que giraría el rock duro de los 90 y que ayudaría a resucitar un género que en los últimos tiempos estaba convirtiéndose casi en residual. Después llegaría la pérdida definitiva de control, los enfrentamientos entre los miembros del grupo y todo lo que provocaría que poco a poco se fueran autodestruyendo, pero mientras sus cabezas les ayudaron a remar en la misma dirección nos seguirían ofreciendo momentos únicos.

Cinco jóvenes descarriados fueron capaces de mostrar el camino a seguir y aunque su comportamiento tanto dentro como fuera del escenario no fuera el más adecuado, llegaron a ser calificados como “la banda más peligrosa del mundo”, nos queda un legado musical que se inició a lo grande con este descomunal “Appetite for Destruction” que acabamos de disfrutar.

 

LISTA DE LOS AÑOS 80

Tras la tremenda intesidad vivida con el póster central de esta semana, retomamos el recorrido a través de las listas graminoleñas de otros tiempos. Para ello nos situamos en el 26 de marzo de 1989 y recordamos una de las canciones más emblemáticas a la par que reivindicativas de uno de los mejores grupos de la historia del pop español como fueron Mecano.

Se trata de una canción incluida en su aclamado álbum “Descanso Dominical” pero que había sido compuesta unos cuantos años atrás con el objeto de que hubiese formado parte de su anterior trabajo, el no menos aclamado “Entre el Suelo y El Cielo”. Sin embargo, la delicada temática que se incluía en su letra llevaría a su sello discográfico a no incluirla finalmente en este último disco, a lo que ellos accederían a regañadientes. En esta ocasión, no cejarían en su empeño y finalmente se saldrían con la suya, para beneficio de todos.

Se trata de una canción en la que se habla abiertamente de la relación homosexual entre dos mujeres, algo que les originaría muchos problemas. En un primer momento llevaba el título de “Hoy te Quiero” y hablaba de una relación entre un hombre y una mujer, pero posteriormente José María Cano, su creador, le cambiaría la letra y el título para hablar de la relación entre dos mujeres. El nuevo título sería “La Bola de Pelo”, y tanto su letra como su nueva denominación no cayeron demasiado bien en su sello discográfico que les obligaría a aparcarla al menos temporalmente. Si queréis mi opinión creo que el nuevo título no era demasiado apropiado.

Con la grabación de “Descanso Dominical” volverían a la carga y el mayor de los hermanos Cano adaptaría debidamente de nuevo la letra y la música para dar cuerpo definitivo a uno de los temas más representativos de la carrera de Mecano como es “Mujer Contra Mujer”, una preciosidad de canción que nos acompañaría en lista durante 33 semanas para alcanzar el top 9.

El éxito de esta composición sería enorme, convirtiéndose en uno de los grandes clásicos de su carrera y siendo adoptado como una especie de himno por la comunida LGTB. Sin embargo, en algunos países de Latinoamérica seria censurada y algunos sectores de la sociedad española llamaron a una especie de boicot al grupo por tratar de manera tan explícita una relación entre dos lesbianas. Nada nuevo, pero como siempre en estos casos, la música se impondría a la mojigatería.

 

LISTA DE LOS AÑOS 90

A finales de los 90 surgieron en nuestro país una serie de grupos independientes que podrían considerarse la última hornada de buen pop español ya que a partir de ese instante ya sabéis el rumbo que tomaría la industria discográfica de nuestro país. Muchos de ellos utilizarían el inglés para intentar abrirse camino a nivel internacional y unos tuvieron más recorrido que otros, pero cada uno de ellos fue capaz de dejar su propia impronta y algunas canciones dignas de reseñar. El grupo que protagoniza la lista de los 90 de esta semana es uno de ellos.

Desde Mallorca han salido algunas bandas dignas de reseñar, entre las que se encuentra la que protagonizaba la única entrada que reflejaba la lista graminoleña que estrenábamos el 28 de marzo de 1999. Un grupo que tendría apenas tres años de recorrido, que únicamente publicaría dos discos pero ambos de bastante calidad gracias a un pop sencillo y una música repleta de arreglos de guitarra acústica que nos dejaron canciones como la que viene a continuación.

Se hacían llamar Sunflowers y sobre todo con su primer álbum, de título “Inside Out” fueron capaces de llamar la atención del público, aunque no fueran superventas, algo bastante habitual en las bandas de su mismo corte.  Entre las canciones que se incluían en este disco destacaba la que colocaban en nuestra lista aquel día, un tema jovial con una letra pegadiza titulado “Happy Birthday” con el que nos acompañarían durante 28 semanas para alcanzar el puesto número 12 como mejor registro.

Tras la disolución de la banda, la única que continuaría vinculada al mundo de la música sería su vocalista, Adela Peraita, que iniciaría un nuevo proyecto al frente del grupo Sterlin aunque sin demasiada repercusión.

 

LISTA DEL NUEVO MILENIO

Entramos ya en la recta final del análisis a las listas graminoleñas de otros tiempos y nos hacemos eco a continuación de las dos novedades en forma de entrada que presentaba la que estrenábamos el 22 de marzo de 2009. Una de ellas nos llega de la mano de una de las cantantes de música popular de nuestro país de mayor prestigio y la otra de una joven cantante que publicaba su primer disco sin saber que en muy poco tiempo iba a convertirse en una de las más grandes estrellas del panorama musical internacional. Empezamos por esta última.

Stefani Germanotta se había iniciado en el mundo de la música desde muy joven ya que desde los cuatro años comenzó a tomar clases de piano, instrumento de la que es una auténtica virtuosa, y a los trece compuso su primera canción. Éste parecía que iba a ser su camino dentro del mundo de la música, el de la composición, porque cuando contaba con 18 años de edad fue contratada por un prestigioso sello discográfico norteamericano para que su talento compositor nutriera a algunos de los artistas por él contratados.

Sin embargo, pronto se vería que su talento podía ir más allá del meramente compositor y en el año 2008 le llegaría su gran oportunidad con la grabación de un disco en solitario que podía ser el inicio de una carrera de éxito, aunque todo iba a depender, claro está, de la aceptación que tuviera de cara al público. Necesitaba un nombre artístico y el elegido sería Lady Gaga, en homenaje a una canción que la había marcado desde siempre como era «Radio Ga-Ga» de los míticos Queen.

Su álbum de debut llevaría el título de “The Fame” y como carta de presentación sería publicado como primer sencillo un tema en el que iba a recibir la colaboración de otro joven cantante que también intentaba darse a conocer ante el público llamado Colby O’Donis con el que iba a mostrar una grandísima compenetración ofeciendo una colaboración que obtendría unos grandes resultados comerciales.

El resultado sería excepcional con una canción que hablaba de todos los esfuerzos que ella había tenido que realizar para cumplir el sueño de publicar un disco en solitario, llegándole ahora el momento de disfrutarlo. Un tema titulado “Just Dance”, toda una declaración de intenciones, con el que el dúo nos acompañaría durante 34 semanas para alcanzar el top 8.

Nadie podía imaginarse ni por un solo instante en lo que iba a convertirse Lady Gaga. Tras ser calificada en un primer momento como una artista más para hacer bailar a los más jóvenes durante una época y luego ir diluyéndose, poco tiempo después, demostraría a todo el mundo que detrás de ella se escondía un talento descomunal. De hecho, la casa discográfica tenía más fe en el éxito que pudiera obtener O’Donis a partir de esta colaboración que el que pudiera obtener la cantante, craso error ya que todos sabemos en lo que se ha convertido ella, mientras que su eventual acompañante terminaría arrojando la toalla tan sólo cuatro años después, intentándolo de nuevo en el año 2013 pero con los mismos resultados decepcionantes.

Vamos a finalizar ya el repaso a las listas graminoleñas de otros tiempos del día de hoy con la segunda entrada que se producía aquel 22 de marzo de 2009. Para ello cambiamos totalmente e registro y viajamos hasta la localidad gaditana de San Fernando de donde procede una de las cantantes españolas vinculadas al flamenco y a la copla de mayor éxito y prestigio en nuestro país como es Niña Pastori.

Como tantas y tantas cantantes vinculadas al estilo en el que ella se mueve, desde muy niña se inició en el mundo de la música. Era hija de una cantante de flamenco a la que solía acompañar en sus actuaciones y un buen día, cuando únicamente contaba con 12 años de edad, el mismísimo Camarón se fijaría en ella y la llevaría a Madrid para que le acompañara en uno de sus recitales. Con semejante padrino estaba claro que el éxito estaba garantizado.

No sería ese el único grande que se fijaría en ella. Posteriormente sería Alejandro Sanz quien caería rendido a sus encantos y terminaría produciendo su álbum de debut que no sería más que el primero de una serie de discos de bastante aceptación entre el público español, cautivando su manera de interpretar flamenco aderezado con ciertos tintes de pop que lo hacían más atractivo.

En el año 2009 publicaba su séptimo disco bajo el título de “Esperando Verte” con el que regresaba de alguna manera a la pura esencia del flamenco contando con colaboraciones estelares como las de José Miguel Carmona de Ketama o el virtuoso guitarrista Vicente Amigo. Entre las canciones que se incluían en este álbum se encontraba “Capricho de Mujer”, el tema que colocaba en nuestra lista aquella semana y con el que permanecería en la misma durante 12 semanas para alcanzar el top 27.

Su nombre artístico lo tomó porque a su padre todo el mundo le conocía como “Pastori” y al ser ella la única chica de sus cuatro hijos, todo el mundo la llamaba “La niña del Pastori”. Por cierto, sus padres rompían algunos de los tabús más extendidos en nuestro país ya que su madre era gitana y su padre era payo y militar de profesión. La cantidad de chistes que al respecto se han escrito acerca de este tema que se irían al garete con esta relación …

 

COMPARTE QUE ALGO QUEDA

Seguimos avanzando en el número de “La Graminola” de hoy y nos sumergimos ya en el terreno de los duetos con otros tres claros ejemplos de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Tenemos de todo como en botica, así que el que quiera ritmo lo va a tener y quien quiera pausa y romanticismo, también.

 

BRONSKI BEAT & MARC ALMOND / I FEEL LOVE

En el año 1977, Donna Summer publicaba un disco conceptual titulado “I Remember Yesterday” en el que iba narrando los cambios que experimentaba la música a lo largo del tiempo. El tema “I Feel Love” sería el utilizado para definir la música del futuro y para ello contaría con una marcada base electrónica y un ritmo trepidamente. Esta canción sería acogida por la comunidad gay como uno de sus himnos y una de las canciones de obligada escucha en sus ambientes.

Unos pocos años después, en 1985, un grupo vinculado al movimiento gay por los cuatro costados decidiría hacer su particular versión de esta canción. Se hacían llamar Bronski Beat y estaba fomado por Steven William Forrest, Larry Steinbachek y Jimmy Sommerville, quien recientemente ha pasado por esta misma sección con el dúo que formaría tras salir de esta banda, The Communards.

Para la ocasión contaría con la contribución estelar de otro artista vinculado al movimiento gay como era Marc Almond, quien estaba preparando su carrera en solitario tras finalizar el recorrido junto a Dave Ball en el grupo Soft Cell. La manera de entender la música tanto del trío como del vocalista eran prácticamente idénticas, moviéndose en el terreno del tecno-pop de los 80, por lo que cualquier colaboración que hubiesen llevado a cabo tenía visos de acabar en éxito, como así sería.

Así pues, juntos nos ofrecerían una versión tecno del tema de Donna Summer, aderezado con algunas partes de otro de sus canciones de éxito como era “Love to Love You Baby”, con un ritmo más trepidante aún si cabe. Cierto es que si he de elegir yo me quedaría con el original de Donna, pero la versión de Bronski Beat junto a Marc Almond también merece la pena, mostrando una mezcla muy especial con los distintos tonos de voz de sus protagonistas.

 

WHITNEY HOUSTON & GEORGE MICHAEL / IF I TOULD YOU THAT

Vamos ya con el segundo dueto estelar de esta semana. En el año 1998 Whitney Houston publicaba un recopilatorio con todos sus grandes éxitos en el que se incluían algunos temas inéditos, como no podía ser de otra forma. La novedad radicaba en que todas esas nuevas canciones utilizadas como gran reclamo para el público eran colaboraciones con otros artistas, algunas de las cuales son bastante destacables, como la que os ofrezco a continuación.

Está claro que todo obedecería a una casualidad y a que el colaborador de Whitney era otro de los grandes artistas del momento que se encontraba en uno de los mejores de su carrera, pero pone un poco los pelos de punta el conocer ahora que los dos acabarían de manera trágica. Y es que las vidas de la cantante norteamericana y de George Michael han sido muy parecidas, llevando ambos una existencia plagada de éxitos en lo profesional, como consecuencia de su gran talento, así como llena de incidencias que acabarían con la vida de los dos de manera prematura.

Pero dejemos al margen tragedias y fallecimientos prematuros y centrémonos en lo estrictamente musical. De todas las colaboraciones que se incluyen en este recopilatorio, alguna de las cuales a buen seguro aparecerán por aquí próximamente, destaca sobre todo la que ellos dos nos ofrecieron, un tema titulado “If You Tould You That” con la que los dos artistas mostraron una tremenda complicidad ofreciéondos una interpretación repleta de glamour.

 

KENNY ROGERS & DOLLY PARTON / ISLANDS IN THE STREAM

Cerramos yA la sección dedicada a las colaboraciones de verdad entre grandes artistas, no lo que nos ofrecen hoy en día, y lo hacemos con una preciosa canción que cuenta con dos intérpretes de auténtico lujo y unos compositores que no le van a la zaga. Una canción con la que sus protagonistas se salieron un tanto del estilo por el que todos les conociámos y con el que se habían convertido en una referencia desde hacía bastante tiempo.

Si eliges a un cantante de country como Kenny Rogers y a continuación buscas a otra cantante vinculada a este estilo como Dolly Parton para que juntos interpreten una canción, lo normal es que ésta sea un tema de country. Pues en esta oportunidad este axioma no se cumple, algo que cuadra más si conocemos quienes son los compositores de la canción en cuestión.

Éstos no eran otros que Bee Gees, quienes tras triunfar a lo grande con su incursión en la música disco y darse cuenta de que ésta había perdido fuelle, tuvieron una etapa en la que se dedicaron a componer algunos temas para otros artistas de la talla de Barbra Streissand, Dionne Warwich o Marvin Gaye, al que iba dirigida en un primer momento esta composición que finalmente cambiaría de manos, creo yo que muy acertadamente.

La canción es una auténtica joya titulada “Islands in the Stream” y sería incluida en el álbum de Kenny Rogers titulado “Eyes That See in the Dark”, mostrando una química muy especial con Dolly Parton, con unos espectaculares coros de apoyo interpretados por los propios hermanos Gibb. Lo dicho, una auténtica joya que además demostraría que tanto Rogers como Parton podían desenvolverse a la perfección más allá del country.

 

LA ÚLTIMA DE LA GRAMINOLA

Como siempre, nuestra contraportada nos trae las tres últimas canciones con el denominador común de su calidad. El recuerdo de uno de los grupos más afamados de la “Motown”, la música española de un grupo nacional original hasta decir basta y el disco recomendado de la semana son las guindas al pastel de hoy.

 

EFEMÉRIDE

 

La efeméride de esta semana nos llega de la mano de uno de los miembros fundadores de ese magnífico grupo que fueron The Commodores. Se trata del teclista de la banda, Milan Williams, el primero de la izquierda de los que están de pie en la foto y responsable de algunas espectaculares canciones como la que nos ofrece la contraportada de hoy.

 

Hoy vamos a recordar la figura de uno de los fundadores de uno de los grupos más reconocidos del sello “Tamla-Motown” como fueron The Commodores. Se trata de Milan Williams quien de no habernos dejado en el año 2006 víctima del cáncer, tal día como hoy habría cumplido 71 años. Así pues, recordemos algo de su carrera y, sobre todo, deleitémonos con una de las canciones en las que el teclista participó.

El grupo se formó en el año 1967 como consecuencia de la unión de varios componentes de los grupos The Mytics y The Jays, perteneciendo Williams a éste último. El nombre lo elegirían al azar ya que no acababan de ponerse de acuerdo. De esta manera, abrirían aleatoriamente una página del diccionario y de ahí saldría el nombre definitivo de The Commodores.

El grupo estuvo vinculado durante muchos años al sello discográfico de Gordy y sus compomenentes siempre estuvieron de alguna manera a la sombra del carisma y el talento de su vocalista principal, Lionel Richie. Con la salida del grupo de éste para iniciar su carrera en solitario, fueron muchos los que les dieron por acabados pero curiosamente sería entonces cuando lograrían el mayor éxito de su carrera. Todavía resulta más curioso que ése fuese el último trabajo que publicarían con la “Motown” y aún más que a partir de ese instante su estrella se fuera apagando, entonces sí, definitivamente.

Pocos podían imaginarse que con el nuevo vocalita, J. D. Nicholas, fueran capaces de lograr el éxito que lograron gracias a esta espectacular canción que es “Nightshift”, un tema dedicado a la memoria de Jackie Wilson y Marvin Gaye fallecidos el año anterior. La magia y el saber hacer de los supervivientes del grupo, entre los que se encontraba el propio Milan Williams, son excepcionales. Me encanta.

 

LA EDAD DE ORO DE LA MÚSICA ESPAÑOLA

 

Hoy nos visita un grupo español que hizo del swing su razón de existir. Se hacían llamar Rey Lui y aunque acabaron como el rosario de la aurora, mientras permanecieron juntos nos dejarón algún que otro tema para recordar.

 

Con la aparición en escena de Loquillo y Trogloditas que fueron capaces de captar en toda su esencia el rocakbilly de toda la vida para darle unas señas de identidad hispanas bien reconocibles, durante la década de los 80 fueron surgiendo una serie de bandas vinculadas a este estilo que con mayor o menor acierto fueron dejando su impronta en el mundo de la música de nuestro país. Entre esos grupos se ecuentra el que protagoniza la sección dedicada a la música española de cada contraportada de “La Graminola”, una banda muy peculiar y que mostraba una clara variante con respecto al resto.

Se trata de Rey Lui, un grupo capitaneado por Raúl Rockesley que, sin abandonar los parámetros habituales del rock de los 60 y el rockabilly más purista, fueron capaces de darle unos muy originales toques de swing a sus canciones que les hacían diferente a los demás. De hecho, el nombre lo tomaban de uno de los personajes de la película de “El Libro de la Selva”, aquel orangután que se autodenominaba “El Rey del Swing”. Todo cuadra, como podéis comprobar.

Muy pronto llamaron la atención del público precisamente por esa manera de hacer música, a la que ellos denominaban “swing-rock”, aunque los más puristas del rock siempre les consideraron un tanto empalagosos, terreno en el que era inevitable que cayeran en algún momento, aunque ofreciendo un buen puñado de canciones dignas de ser recordadas, como por ejemplo la que nos ofrece la contraportada en el día de hoy.

Se trata del tema con el que se dieron a conocer en el año 1987 y que fue incluido en el primer EP que grabaron. Una canción titulada “El Amanecer es como un Zumo de Naranja” y en el que el sonido del saxo evidencia que ese swing sería la seña de identidad preferida de esta banda.

Su andadura finalizaría en el año 1994 y de una manera bastante estrambótica. Hacía ya algún tiempo que las relaciones pesonales entre los miembros del grupo se habían deteriorado bastante por asuntos políticos, ahí es nada. La gota que colmaría el vaso llegaría ese año en medio de un concierto benéfico para ayudar a las víctimas de la guerra de Bosnia en la que los compañeros de fatiga de Rockesley le dejaron solo en medio de su actuación como medida de protesta por los precarios medios con los que contaban. Fue el principio del fin y pocas semanas después Rey Lui serían historia.

 

NOVEDAD

 

Después de cuatro años desde su anterior trabajo, el señor Bryan Adams está de vuelta con un nuevo disco en el que ofrece el rock de siempre pero actualizado a los tiempos que corren. Un soplo de aire fresco que nos vendrá muy bien para despejarnos de tanto ritmo cansino.

 

Siempre se ha dicho que los viejos rockeros nunca mueren y Bryan Adams es uno de los casos más evidentes de que esta manifestación es real. Eso sí, cuando comprobé que la canción principal del álbum está compuesta a medias con Ed Sheeran y que hay otra en la que canta junto a Jennifer López, me temí lo peor pensando que se había arrojado en los brazos no debidos, pero que no se asuste nadie que Adams sigue siendo el rockero de siempre ofreciendo la misma música de siempre. Un tanto más dulcificada, los años no pasan en balde ya en pocos meses cumple los 60, y eso hace entender la música de una manera un tanto más reposada.

Cuatro años después de la aparición en el mercado de su anterior trabajo, la verdad es que espacia bastante sus discos, medida que pienso es bastante inteligente, acaba de publicar “Shine a Light”, un disco que muestra sus habituales señas de identidad y nos regala una música infinitamente superior a la de la mayoría de los artistas que triunfan en la actualidad. Eso sí, no la escucharéis en las radio fórmulas ni en televisión, para que.

Como muestra valga el botón del tema que da título al álbum, una canción con un sonido acústico bastante marcado pero que nos muestra al Bryan Adams de toda la vida. Está claro que este no será uno de sus mejores discos pero la música que contiene es espectacular comparada con la que sufrimos en nuestros días. Lo malo es que a este paso habrá que esperar otros cuatro años para volver a disfrutar de esta música.

Por hoy aquí lo dejamos. Cada semana pasa igual, empezamos con una música mediocre que nos trae la lista de actualidad y acabamos a lo grande con esas novedades dignas de destacar que rebuscando rebuscando todavía circulan por ahí. Habrá que conformarse.

Hasta la semana que viene, Graminoleños.

JUAN JOSÉ GOMARIZ

LA GRAMINOLA – NÚMERO 69 – 21 DE MARZO DE 2019


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Ya sabéis que la base de la revista es dar un pequeño repaso con las novedades que presentaban las listas de éxitos que he ido confeccionando desde hace cincuenta años. Cada nuevo número empezamos por la lista actual de cada semana y a continuación seguimos viajando hasta las listas de hace 50, 40, 30, 20 y 10 años. Todos los éxitos de la música desde el año 1967 irán apareciendo por aquí.

Junto a las listas distintas secciones a cada cual más recomendable. En «Los Pioneros» rememoramos la música y los artistas que inspiraron a todos los que vinieron después. Nuestro póster, a doble página en el centro desmenuza cada semana un disco que fue, es y será muy grande. En la sección «Comparte Que Algo Queda» disfrutamos de duetos de los de verdad, de grandes momentos compartidos de la múisca. Por último, la contraportada es el auténtico  colofón con noticias de actualidad, efemérides y música española.

Echándole un vistazo a la portada de cada día os podéis hacer una idea del contenido de la revista. Junto a cada fotografía hay un texto que contiene un link que te lleva directamente a la página en cuestión, pero yo os recomiendo ir por orden, ir leyendo desde el principio al final porque la música lo merece. Y recordad que siempre estaré abierto a cualquier crítica, consejo, sugerencia o petición que vosotros, Graminoleños, me hagáis.

 

NUESTRA PORTADA

 

Esta semana solamente tenemos una entrada en la lista de actualidad y llega de la mano de un participante en OT pero de los veteranos, el superventas Manuel Carrasco.

 

 

Un grupo peculiar y especial es el que protagoniza esta semana la sección de «Los Pioneros». Basándose en el jazz fueron capaces de fusionar este estilo con otros tipos de música y llegar a la cima a una velocidad de vértigo para terminar muriendo muy pronto ahogados en su propio ego. Su nombre: Blood, Sweat & Tears.

 

 

La lista graminoleña de los 60 que repasamos esta semana nos trae una única canción que nos llega de la mano de uno de los artistas italianos de mayor éxito en su país en aquella época. Se trata de Bobby Solo que a base de participar una y otra vez en el «Festival de San Remo» se fue haciendo un hueco en la música hasta extender sus tentáculos también en nuestro país. Su canto a una gitana es uno de los auténticos clásicos de la música italiana de los 60.

 

 

 

La música de los años 70 de esta semana tiene el protagonismo principal de uno de los grandes clásicos de una de las bandas europeas más importantes de todos los tiempos en lo que al pop se refiere como son los suecos ABBA. Junto a ellos, Víctor Manuel nos regala una de sus composiciones más emotivas y basadas en una historia real como la vida misma.

 

 

Otro espectacular disco el que viene a nuestro póster central. Phil Collins decidió publicar un álbum en solitario, el primero de su carrera, apartándose totalmente del sonido Genesis y el público y la crítica especializada darían su aceptación de manera inmediata. La música de «Face Value» inunda el ecuador de «La Graminola» con todos los sentimientos encontrados que refleja.

 

 

Protagonizaron uno de los engaños más grandes de la historia de la música moderna, pero mientras tanto se lo llevaron crudo. Son Milli Vanilli, protagonistas de la música de los 80 en el día de hoy.

 

 

George Michael y Whitney Houston protagonizan hoy la música de los 90, pero siempre a la sombra del regreso de un grupo mítico como Blondie.

 

 

Desde Escocia nos llega la música que protagoniza la lista del nuevo milenio que hoy analizamos. Su protagonista es Amy Macdonald que puso el listón tan alto que no ha sido capaz de volver a superarlo.

 

 

Como cada semana, la sección de «Comparte que Algo Queda» nos trae tres colaboraciones de lujo, entre las que destaca la protagonizada por The Communards y Sarah Jane Morris.

 

 

 

En la despedida nos deleitamos con la música de Roger Hodgson, Ciudad Jardín y Miss Caffeina. En siete días más música para disfrutar.

 

 

 

LA LISTA DE LA GRAMINOLA

La lista graminoleña de actualidad de esta semana cuenta con una sola entrada cuyo protagonista es uno de los participantes en la segunda edicicón de “Operación Triunfo” que ya pasó por aquí hace apenas siete días cuando dimos el repaso a las listas graminoleñas de otros tiempos. Hoy repite con uno de los sencillos extraidos de su último larga duración que ya está empezando a batir records de ventas y eso que el listón lo había colocado muy alto con su anterior trabajo. Estoy hablando de Manuel Carrasco.

Acaba de publicar “La Cruz del Mapa”, un álbum con el que está siguiendo la senda del tremendo éxito cosechado con “Bailar el Viento”, confirmando que ya es uno de los grandes artistas del panorama musical español, por lo menos a lo que ventas se refiere, sin olvidar la tremenda aceptación que tiene entre el público en sus giras. Un disco con unos parámetros idénticos al anterior siguiendo aquello de “si algo funciona para qué cambiarlo”.

El tema que colocaba en nuestra lista de actualidad el pasado 17 de marzo lleva el título de “Déjame Ser” y podríamos decir que es más de lo mismo. Y es que ya sabéis lo que pienso sobre esta serie de solistas románticos de la actualidad, cortados todos por el mismo patrón y con una música que podrían intercambiarse entre ellos sin ningún problema. Es lo que hay y no es reguetón, algo es algo.

 

LOS PIONEROS

A lo largo de la historia de la música han aparecido grupos de todo tipo, como nos podemos imaginar. Algunos de ellos han sido bastante peculiares por todo lo que les ha rodeado y el que protagoniza la sección de “Los Pioneros” de esta semana encaja a la perfección en esta descripción. Una grandísima banda, supongo que desconocida para muchos, sobre todo para los más jóvenes, pero que a finales de los 60 y principios de los 70 dejó su impronta ofreciéndonos unos momentos inolvidables.

Se trata de Blood, Sweat & Tears una banda que contó con un sinfín de integrantes a lo largo de su corto recorrido y que fue capaz de llamar la atención del público gracias a la fusión, originalidad y versatilidad que fueron capaces de ofrecer con su música, dejando algunas versiones de clásicos de la época que emocionaban cada vez que las interpretaban. Una grandísima banda que terminaría devorándose a sí misma de una manera muy rápida.

Así pues, vamos a disfrutar de tres de sus canciones más representativas en las que muestran la tremenda calidad que ofrecían y que durante algunos años les convirtieron en una da las mejores bandas de finales de los 60.

 

YOU’VE MADE ME SO VERY HAPPY

La primera peculiaridad de este grupo es que fue a conseguir el éxito precisamente en el momento en el que su fundador y responsable de su existencia, un artista con un tremendo talento para componer como era  Al Kooper, abandonaba la banda tras haber publicado con ella solamente un disco. La impresión que quedaría es que él era el que de algún modo impedía que el resto de los miembros del grupo desarrollaran todo sus potencial, afirmación que me parece un tanto exagerada, pero lo cierto es que sin él Blood, Sweat & Tears explotaron a lo grande con la publicación de su segundo álbum.

En los primeros momentos de su carrera, el propio Kooper fue el encargado de realizar las funciones de vocalista principal, siendo lo más habitual que versionaran a su manera temas de otros artistas de la época. Una de las canciones elegidas para ello era uno de los temas de Brenda Holloway, una de las artistas pertenecientes al mítico sello “Tamla-Motown” del no menos mítico Berry Gordy.

El resultado final de esta versión no fue del gusto de los miembros del grupo y finalmente fue descartada su inclusión en su álbum de debut. La explicación oficial era que al tratarse de una canción de la factoria de Gordy y haber intentado ellos darle un toque de jazz, terreno en el que se manejaban a la perfección, era bastante complicado obtener resultados satisfactorios. Sin embargo, la realidad era bastante distinta y es que la forma de cantar de Kooper no acababa de llenar al resto de sus compañeros de viaje, algo que terminaría siendo fundamental para el futuro de la banda.

Un año después, en 1969, con Kooper ya fuera del grupo y la presencia como nuevo vocalista de David Clayton-Thomas, volverían a grabarla obteniendo entonces unos resultados excepcionales que les llevarían a incluirla como canción destacada dentro de su segundo álbum. La magnífica puesta en escena y la voz del nuevo cantante iban a proporcionarles un tremendo éxito, el primero de su carrera.

La canción en cuestión es “You’ve Made Me Very Happy” y en ella nos encontramos con la descomunal voz de Clayton-Thomas dándolo todo, arropado por un auténtico festival de sonidos apabullantes gracias a impresionante interpretación de la sección de metal y un toque de jazz que no tenía el original, mejorándolo notablemente. Una grandísima canción obra de una magnífica banda.

 

AND WHEN I’M DIE

Es curioso que la estancia de Kooper en la banda fuera tan corta cuando él era el que formó el grupo inicialmente, pero lo cierto es que decidió tirar la toalla porque no aguantaba los continuos comentarios y críticas del resto de los miembros del grupo acerca de su forma de cantar. Prácticamente por unanimidad todos pensaban que debía centrarse en sus labores de composición y guitarrista dando paso a un nuevo vocalista. La situación finalmente acabaría con su salida del grupo de manera definitiva, algo que sería fundamental para la evolución del mismo y su transoformación en una de las bandas más importantes y prestigiosas de finales de los 60.

Sería entonces cuando la figura de una joven cantante y compositora llamada Laura Nyro iba a convertirse en fundamental para solventar este problema y, además, para proporcionarles otro grandísimo éxito. Ella iba a ser quien por casualidad escuchara un día a David Clayton-Thomas cantar en un club nocturno y de manera inmediata les comunicó a los chicos de Blood, Sweat & Tears que debían escucharle a sabiendas que estaban a la caza y captura de un nuevo vocalista.

Con él al mando darían el salto de calidad que necesitaban y además iban a ofrecernos un momento brillante gracias a una de las composiciones de Nyro que de algún modo había empezado a colaborar con ellos. La compositora se percató de inmediato que una de sus canciones más conocidas encajaba a la perfección con la voz del nuevo vocalista y con el sonido que el grupo estaba empezando a ofrecer de cara a publicar su segundo álbum, un estilo que sin abandonar su esencia de jazz-rock de siempre, se había dulcificado un tanto con algún que otro toque de folk y pop para poder llegar a un público más amplio.

La canción en cuestión había sido compuesta dos años atrás con el objeto de ser interpretada por la propia Nyro, aunque finalmente sería el trío Peter, Paul & Mary quienes la grabarían y la publicarían como sencillo, obteniendo unos resultados de ventas simplemente aceptables. Su autora la arregló convenientemente para que encajara con la voz de Clayton-Thomas y daría como resultado una genialidad titulada “And When I Die”, una joya musical que a mí personalmente me encanta y que es capaz de hablar de la muerte pero dándole un sentido casi optimista. Grandísima canción, gran interpretación.

 

HI DE HO

A partir de este momento llegaría su encumbramiento definitivo, convirtiéndose en una de las bandas de mayor prestigio en los Estados Unidos, algo que se haría extensible a Europa aunque con una gira que no estaría exenta de polémica y que de alguna manera terminaría pasándoles una gran factura, algo que os cuento a continuación.

El caché adquirido les daría la oportunidad de ser cabeza de cartel en el mítico festival de Woodstock lo que acabó por ponerles la vitola de banda de referencia de la época. Triunfar en ese evento era sinónimo de prestigio y reconocimiento y ellos lo habían conseguido. Sin embargo, una maniobra mal medida que realizaron para expandir su éxito por Europa les iba a costar demasiado caro.

En aquellos tiempos, recordemos que era la época de la Guerra de Vietnam o el movimiento hippie defendiendo la paz y el amor, cualquier posicionamiento en contra del Gobierno y sus políticas estaba bien visto por la juventud norteamericana, motivo por el cual la mayoría de los artistas punteros de aquel entonces se mostraban críticos con los mandatarios de su país. Sin embargo, Blood, Sweat & Tears iban a hacer lo contrario, algo que no comprendería ni siquiera su sello discográfico que intentó por todos los medios convencerles de su equivocación aunque sin éxito porque la decisión ya estaba tomada.

El Gobierno de los Estados Unidos les propuso llevar a cabo una gira por los países del Este de Europa en pleno apogeo de la Guerra Fría, con una importante subvención y la promesa de unas considerables ganancias económicas. Ellos aceptaron el ofrecimiento y si bien les serviría para abrirse de par en par el mercado europeo, también les pasaría factura en su propio país donde su imagen quedaría bastante deteriorada entre esos jóvenes que hasta ese instante bebían los vientos por ellos.

Llegaría entonces un nuevo disco en el que dejarían de lado las versiones de grandes temas de otros artistas para centrarse en composiciones propias y aunque siguieron mostrando un grandísimo talento, sus ventas se verían mermadas. Empezaba el declive y no supieron verlo.

Entre las canciones destacadas de este nuevo álbum se encuentra una composición de Carole King que se la cedería para que la convirtieran en otra auténtica joya. Un tema titulado “Hi De Ho”, en el que la voz de Clayton-Thomas suena más meditabunda que nunca acompañado de una espectacular sección de metal.

A partir de ese momento su popularidad iría decreciendo paulatinamente. Su posicionamiento cercano al Gobierno se fue haciendo cada vez más evidente ya que no fueron capaces de hacer ningún tipo de autocrítica. La fama se les había subido a la cabeza y llegaron a pensar que estaban por encima del bien y del mal y que simplemente con su talento iban a logar que sus seguidores no miraran más allá y no se bajaran del barco.

La realidad sería muy distinta. Las entradas y salidas de miembros del grupo sería una constante a partir de ese instante y aunque publicarían algún disco más y seguirían ofreciendo unos actuaciones en vivo impecables, el éxito iría descendiendo paulatinamente hasta que a principios de los años 70 terminaría su andadura. Un grupo excepcional que cuando estuvo en la cumbre no supo tener las miras adecuadas y acabaría despeñándose casi a la misma velocidad con la que llegó a la cima. Afortunadamente, mientras tanto nos dejaron momentos verdaderamente mágicos como los tres que acabaomos de disfrutar.

 

LISTA DE LOS AÑOS 60

Nos preparamos ya para iniciar el repaso a las listas graminoleñas de otros tiempos comenzando como de costumbre con la que nos ofrece música de la década de los 60. Nos situamos pues en el 17 de marzo de 1969 para recordar una canción procedente de Italia que se convirtió en la única entrada que registraba la lista que estrenábamos ese día, todo un clásico de la música transalpina de la época.

Por aquel entonces existían una serie de festivales en los que solían participar grandes figuras de la música. Salir ganador de alguno de esos prestigiosos concursos era sinónimo de éxito a nivel internacional garantizado y entre los más destacadados se encontraba el “Festival de San Remo”. Pues bien, el artista que protagoniza esta única nueva entrada se convirtió en un auténtico adicto a participar en este evento ya que lo hizo hasta en once ocasiones, saliendo ganador en dos de ellas, una de las cuales lo conseguiría precisamente con el tema que viene a continuación. Estoy hablando de Bobby Solo.

Se trata de un cantante que era conocido en su país como “El Elvis Presley Italiano” habida cuenta de su imagen, muy similar al del Rey del Rock, y a un tono y una forma de cantar que recordaban, en la distancia eso sí, a los suyos. No es que fuera un imitador pero se aproximaba bastante.

Como ya os digo, en el año 1969 ganaba el “Festival de San Remo” con “Zingara”, uno de los mayores éxitos de su carrera, canción con la que triunfaría a lo grande en Italia, haciéndolo extensivo a nuestro país. En lista permanecería durante 11 semanas para alcanzar el top 27. Para que nos hagamos una idea de lo que lograría en el país transalpino os diré que se llegaría a rodar una película del mismo nombre protagonizaa por el propio Bobby Solo.

Os contaré una anécdota sobre el italiano. En su primera participación en el año 1964 en el “Festival de San Remo” con otra de sus grandes canciones, “Una Lacrima Sul Viso” fue protagonista de un sonado escándalo. Cuanto tuvo que subir al escenario a interpretar este tema se había quedado sin voz por lo que lo hizo en playback, algo que terminó trascendiendo y no gustándole en absoluto al público. A partir de ese instante las normas del festival cambiaron radicalmente para evitar que situaciones como éstas pudieran repetirse.

 

LISTA DE LOS AÑOS 70

Viajamos en el tiempo los diez años de rigor y nos situamos a continuación en el 17 de marzo de 1979. Ese día estrenábamos lista que contaba con dos nuevas entradas, ambas con el denominador común de venir acompañadas de un romanticismo y una sensibilidad muy especiales. Dos grandes baladas que son parte de la historia de la música en nuestro país y que pasamos a disfrutar de inmediato.

Hay canciones que cuando escuchamos su letra quedamos atrapados de inmediato por su encanto, pero muchas veces resulta que lo que realmente está contando es una historia mucho más humana de lo que pensamos. Son canciones que se basan en personas reales, personas que existen de verdad y que por ello su atractivo crece de manera más que notable. La primera entrada de la semana que estamos analizando en este momento es un claro ejemplo de esta situación.

Víctor Manuel se encontraba por aquel entonces en un momento creativo espectacular. Con la llegada de la democracia había aparcado sus problemas políticos de antaño y estaba mostrando todo ese talento creativo que siempre había tenido como cantautor. Por casualidad, tuvo conocimiento de una tierna historia de amor entre dos personajes muy peculiares que le llamó poderosamente la atención. Se documentó al respecto convenientemente, conoció en persona a los protagonistas y nos regaló una de las mejores canciones de su carrera.

Los protagonistas de esta historia son Mari Luz y Antonio, dos personas con discapacidad intelectual que en aquel momento estaban acogidos por la “Fundación Promi” con sede en el municipio cordobés de Cabra. A pesar de sus limitaciones, estaban perdidamente enamorados el uno del otro, algo que en aquel momento estaba considerado por la sociedad casi escándaloso. Por si fuera poco, su idea era la de contraer matrimonio y esa lucha y esa historia llamarían la atención del asturiano que daría cuerpo a esa maravilla titulada “Sólo Pienso en Ti” en la que narraba  su historia. Una grandísima composición que nos acompañaría en lista durante 36 semanas y, como no podía ser de otra manera, alcanzaría el top 1.

La historia es conmovedora. Dos años después de la publicación de esta canción conseguirían su propósito y contraerían matrimonio, después de unas largas y duras batallas legales de por medio. Su amor sería tan grande que tendrían tres hijos, aunque todos ellos terminarían siendo criados por familiares de la pareja habida cuenta de sus limitaciones. Cuarenta años después ya no viven bajo el mismo techo ya que están ubicados por razones médicas en distintos pabellones dentro de la Fundación, pero desde las nueve de la mañana y hasta las cinco y media de la tarde no se separan el uno del otro.

No abandonamos la emotividad con la segunda entrada que se producía en la lista graminoleña que se estrenaba aquel 17 de marzo de 1979 ya que la canción protagonista es una preciosa balada de los suecos ABBA que se sumaban de esta manera a un maravilloso proyecto benéfico de ayuda a los más pequeños del que ya os hablé la semana pasada con motivo de la entrada en lista de una canción de The Bee Gees que se movía en los mismos parámetros.

El año 1979 fue declarado “Año Internacional del Niño” y la labor de UNICEF se haría más intensa que nunca por este motivo. Entre sus actuaciones se encontraría el contactar con algunos de los grupos y artistas internacionales del mundo de la música que más éxito cosechaban con el objeto de que cedieran alguna de sus canciones para recaudar fondos para la ayuda de niños en situaciones desfavorecidas. Uno de esos grupos serían lo suecos ABBA que aprovechando la ocasión iba a regalarnos una de las canciones más tiernas y representativas de su carrera.

Los suecos estaban en aquel momento buscando la inspiración para escribir una nueva canción que fuera publicada como sencillo y la propuesta de UNICEF iba a venirles como anillo al dedo ya que provocaría que sus pasos fueran dirigidos hacia los niños. De esta manera idearon en un primer momento una especie de cuento protagonizado por una niña llamada Angelina en el que basarse para escribir esa nueva canción.

Sin embargo, el resultado final no les gustó demasiado y tuvieron que darle muchas vueltas al asunto hasta encontrar una letra que hablaba de una niña que era consolada en sus momentos de mayor tristeza, acompañada de una melodía espectacular que caló en el público de manera inmediata. Como muchos os estaréis imaginando se trata de “Chiquitita”, uno de los mayores éxitos de su carrera y su única canción en alcanzar el número 1 en nuestra lista tras permanecer en ella 40 semanas.

Su repercusión en España fue tan grande que unos meses después publicarían la correspondiente versión en nuestro idioma, que también entraría a formar parte de nuestra lista en su momento, por lo que en unas pocas semanas volveremos a hablar de ella por aquí.

 

EL ÁLBUM DE LA SEMANA

Cuando los miembros de una gran banda comienzan a publicar discos al margen del grupo o inicián algún tipo de proyecto paralelo, lo normal es echarse a temblar porque en la mayoría de los casos es la antesala a su disolución. Si encima el que se embarca en un trabajo en solitario es el vocalista y líder principal del grupo las posibilidades de final de trayecto se amplián considerablemente.

Sin embargo, hay ocasiones en las que ese disco al margen de los compañeros de fatiga termina suponiendo un escape para el que lo crea y mejora la convivencia y la creatividad del grupo, que una vez que retoma la rutina habitual es capaz de dar lo mejor de sí mismo y lograr los mejores resultados de su carrera. Todo esto se puede aplicar al álbum que protagoniza el póster central de “La Graminola” de esta semana.

Se trata de “Face Value”, el álbum de debut de Phil Collins que aparecía en el mercado en el año 1981 y que iba a suponer un antes y un después tanto en su propia carrera como en la del grupo del que formaba parte, los míticos Genesis. Así pues, vamos a disfrutar a partir de este momento de la grandísima música que se contiene en este disco que sorprendería a propios y extraños y elevaría al bueno de Collins a la categoría de gran figura internacional.

 

PHIL COLLINS / FACE VALUE

Lo primero que hay que hacer es situarnos en el contexto en el que se grabó ya que marcaría profundamente tanto el sonido como, sobre todo, las letras de las canciones que integran el álbum. Collins acababa de separarse de su primera esposa y no lo había hecho de manera demasiado cordial, por lo que su estado de ánimo se acercaba al de la furia no contenida, algo que puso de evidencia de manera muy clara, pasando factura a su exmujer una y otra vez.

Lo mejor de todo, es que la canción que más evidencia ese estado de ánimo de Collins es precisamente la que abre el álbum y, además, la que le iba a convertir prácticamente del día a la mañana en una reconocida estrella. Una canción con la que iba a lograr un éxito y una aceptación infinitamente mayores que la que había conseguido hasta el momento con Genesis. Con ella iba a batir todos los records de su carrera y regalarnos uno de las mejores canciones de la historia del rock.

Se trata de una canción que lo tiene absolutamente todo. Una estructura rompedora, un sonido casi misterioso, una letra metafórica y crítica y hasta una leyenda urbana detrás. Una composición de una calidad tremenda que nos dejaría un sonido innovador de batería que a partir de ese instante iba a ser utilizado hasta la saciedad por gran parte de los grandes grupos de pop-rock de la década de los 80.

He de reconoceros que esta canción siempre me ha impresionado. Recuerdo que la primera vez que la escuché noté una sensación muy especial. Ese principio pausado, con un Collins cantando por momentos con una voz enlatada acompañado de un casi monóntono sonido de la caja de ritmos y ese desenfreno del final con su manera tan extraordinaria de tocar la batería y la guitarra dándolo todo. Si el calificativo de “mágica” se puede aplicar a una canción ésa es la que abre el álbum.

Supongo que a estas alturas de la película la mayoría de vosotros ya os imaginaréis que estoy hablando de “In The Air Tonight”, la canción que cambiaría totalmente la carrera de Phil Collins y serviría de máximo atractivo para que el público se interesara por su álbum de debut, descubriendo de esta manera el gran talento que atesoraba y la magnífica música que se incluía en este grandísimo disco.

Como os comentaba al principio, se creó una leyenda urbana acerca de sobre que hablaba esta canción. En una de sus estrofas habla de no ayudar a alguien que se está ahogando y comenzó a correrse la voz de que se inspiraba en un suceso que presenció in situ en una playa como una persona pereció ahogada sin que un hombre que se encontraba a su lado hiciera nada por ayudarla. Como os podéis imaginar no solamente no es ésta la fuente de inspiración sino que ese suceso ni siquiera tuvo lugar. El estado de ánimo a nivel sentimental de Collins fue el resonsable de esta descomunal canción, sencillamente.

La mayoría de las canciones que conforman “Face Value” son pausadas y tranquilas en cuanto a sonido, abundando baladas y medios tiempos. Estaba claro que los ánimos de Collins no eran los mejores cuando compuso estos temas y todo ello se refleja claramente en cuanto a intensidad musical. Por este motivo hay momentos en los que lo sombrió y lo oscuro cobran mayor protagonismo aunque siempre dejando una puerta abierta al optimismo, como sucede con la segunda canción del álbum.

Cuando Collins contrajo matrimonio con Andrea pensó que era el amor de su vida y que sería la mujer con la que compartiría todo hasta que la muerte les separase. Sin embargo, la situación cambiaría sobremanera cuando se convirtió en el auténtico líder de Genesis y la frenética actividad del grupo absorvía prácticamente todo su tiempo. Cuando no estaba de grabación estaba de promoción y cuando no eran las larguísimas giras que realizaban las que ocupaban su tiempo. Cuando todo esto terminaba, Collins necesitaba aislarse para trabajar en el siguiente disco y así una y otra vez. Evidentemente, su relación sentimental se vería gravemente afectada.

Ella se sentía abandonada y su distanciamiento se fue haciendo cada vez más evidente hasta que en un momento dado iniciaría una relación sentimental con otro hombre terminando por dar el paso de marcharse de casa. Cuando Collins regresó de la gira promocional de “Duke” con sus colegas de Genesis se encontró con la desagradable sorpresa y para canalizar su ira y su frustración decidió componer algunas canciones al respecto.

Sin embargo, como suele decirse en estos casos “un clavo saca a otro clavo” y el bueno de Collins conocería pronto a otra mujer llamada Jill, quien se convertiría en su segunda esposa algún tiempo después, que le animaría a ver la vida de otra manera, a recuperar la fe en el amor y a componer alguna canción con un tono más vitalista y optimista como la que viene a continuación.

Se trata de una canción en la que reincide con el sonido mostrado con el tema que abre el álbum. Sonido pausado desde el principio con un ritmo de balada muy calmada y en la que Collins canta en un tono muy bajo, casi susurrante abriéndole la puerta a la esperanza de un nuevo amor. Su título: “This Must Be Love”.

La publicación de este trabajo fue interpretada por muchos como el comienzo del fin de Genesis, sensación que se vería acrecentada cuando el número de ventas que el disco cosechó fue tan elevado y que  la aclamación que logró Collins en solitario superó todas las expectativas y sobre todo el éxito que jamás hubiera logrado con sus amigos Mike Rutherford y Tony Banks. Sin embargo, por su cabeza no se pasaba ni por asomo la posibilidad de que el grupo se separase y a la larga, este álbum serviría para que su banda de siempre se convirtiera de además de un grupo de culto y aclamado por la crítica en un auténtico fenomeno de masas.

Con la siguiente canción que aparece en el álbum da la impresión de que intentó hacerle un guiño a sus compañeros de grupo mostrando una complicidad del tipo “tranquilos que nuestra andadura juntos no corre peligro”. Se trata de una particular versión de uno de los temas incluidos en el último disco que habían publicado juntos, “Duke”, que no hacía otra cosa más que mostrar que el buen rollito entre los tres no se había visto alterado y que todavía tenían muchas cosas que decir juntos en el mundo de la música.

La canción en cuestión era parte de una sofisticada suite que se incluía en el citado álbum en la que se narraba como era la vida de una estrella de la música desde distintos puntos de vista. Estaba formada por varias canciones y la que nos ocupa en esta ocasión era la que contaba el punto de vista de un fan. Durante su grabación, Collins se dio cuenta de que interpretada a un ritmo distinto y con unos arreglos que él tenía en mente podía adquirir otra dimensión.

Otra de las notas características de este disco es la utilización del acompañamiento de una sección de metal, algo bastante habitual en la carrera de Collins, que iba a dotar a la música que en él se incluye de una elegancia muy especial. De todos es sabido que uno de los estilos que más ha atraído siempre al cantante es el jazz, hasta el punto de haber formado parte de ese magnífico grupo que fueron Brand X. Por todo ello, no es de extrañar que la canción que viene a continuación tome estos derroteros.

Así pues, la versión que se incluye en el álbum de “Behind the Lines” es totalmente distinta al original y es la primera que presenta un estilo más animado e intenso, con un sonido que por momentos recuerda al funk, algo que no es de extrañar ya que los músicos encargados de la sección de metal eran los que normalmente acompañaban a los norteamericanos “Earth, Wind & Fire”. Una canción que es fundamental para entender el giro que Genesis le daría a su carrera en un futuro no demasiado lejano, abandonando el rock progresivo para sumergirse en las aguas de un estilo más comercial.

Algunas de las canciones del disco muestran bien a las claras que la sencillez puede ofrecer resultados espectaculares. La voz de Collins y el simple acompañamiento de un piano dotan de atractivo a algunas de las melodías que en él nos encontramos. Si a ello le sumamos un colaboración de lujo a la guitarra, para que queremos más. Estos son los parámetros que marcan el tema que viene a continuación.

Otra de las características fundamentales que tiene que tener un álbum de debut en solitario de un componente de un grupo de reconocido prestigio es la de contar con colaboradores excepcionales, es decir, saber rodearse de grandes músicos y si alguno de ellos es conocido y aclamado por el público pues mucho mejor. En este aspecto, Collins supo rodearse de una serie de músicos de categoría, contando para esta canción con un guitarrista de los que cuyo nombre se escribe con letras mayúsculas.

Nos encontramos ante una sencillísima balada en la que Collins vuelve a ponerse meláncolico con el acompañamiento del piano y una magistral aportación a la guitarra de Eric Clapton que reincide en ese aire de tristeza aderezado con esperanza, con una letra que habla de un hombre sumido en la triseza y la pobreza pero que ve un futuro mejor, algo que se podía aplicar a su situación personal como estamos comprobando.

Como ya os he comentado en algunas ocasiones, en la década de los 80 era bastante habitual que los discos contaran con al menos un tema totalmente instrumental, algo que echo bastante de menos porque en muchas ocasiones estas composiciones se salían de lo que marcaban el resto de las que formaban parte del álbum y ofrecían una calidad excepcional y unos registros muy especiales. Collins no sería una excepción y ofrecería no una sino dos canciones de este tipo y enlazadas la una con la otra.

En este sentido, nos ofrece en primer lugar una composición instrumental bastante peculiar, ya que introduce unos sonidos muy diferentes a los que caracterizan al resto de las canciones del álbum. Nos encontramos con un tema que por momentos se adentra en el terreno de la música étnica procedente de África y por momentos nos recuerda a la rumba tan tradicional nuestra. Original, rara, espectacular.

Esta composición instrumental llevaría el título de “Droned” y es producto de aquello de “Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como”. Me explico. Collins sería el encargado de las labores de producción ya que aunque en un primer momento buscó el amparo de algunos de los productores de mayor prestigio del momento, finalmente recuriría únicamente a estrechos colaboradores ya que lo que realmente quería es rodearse de profesionales que no le pusieran demasiadas pegas a lo que quería llevar a cabo. Creo que mereció la pena que esto fuera así.

Lo mejor de todo es que este tema enlaza con el siguiente, otra composición instrumental todavía más espectacular si cabe. No es muy habitual que un tema instrumental pueda pasar por ser uno de los mejores de un álbum, pero en esta ocasión es así, hasta el punto de que esta canción se convertiría en la que abriría los conciertos de sus giras durante una larga temporada. No me extraña lo más mínimo ya que es una auténtica joya.

Según “Droned” va desapareciendo y difuminándose, comienza la aparición de “Hand in Hand” con un sonido excepcional. Collins saca a relucir su batería con ese sonido suyo tan característico, se hace acompañar de un tierno coro de niños que ayuda a que la canción vaya cogiendo mayor ritmo. Por fin aparece de nuevo la sección de metal y viento para dar como resultado un tema que puede considerarse como uno de los mejores que haya creado en toda su carrera.

Llama poderosamente la atención que en un primer momento Collins no mostró demasiado entusiasmo por este disco. Al verse sumido en unos sentimientos que entremezclaban la tristeza y la ira con motivo de su separación matrimonial, su primera idea era la de componer dos o tres canciones a lo sumo que le sirvieran para mostrar lo que sentía en ese momento y desahogarse convenientemente, pero sin mayores pretensiones ya que tampoco tenía ni ganas ni ánimo para mucho más.

Sin embargo, mientras estaba en el estudio de grabación dando cuerpo a esas dos o tres nuevas ideas, uno de los jefes de su sello discográfico escucharía lo que acababa de crear quedando gratamente impresionado. De inmediato se pondría en contacto con él y le presionaría para que diera cuerpo a un disco al completo, algo que no acababa de convencerle. Sin embargo las ideas fueron fluyendo una tras otra y lo que había comenzado como una especie de despecho iba a convertirse en un grandísimo álbum y en el salto hacia el estrellato de Collins. Nunca el refrán de “no hay mal que por bien no venga” se ha podido aplicar más apropiadamente.

Lo cierto es que el resultado final sería excepcional y esa pequeña dejadez del principio llevaría después a una involucración total que nos ofrecería canciones tan espectaculares como la que fue publicada como segundo sencillo del álbum. Un tema que vuelve a tratar el tema de su separación desde una perspectiva de esperanza y hasta de ironía gracias al videoclip que lo acompañaría.

Se trata de “I Missed Again”, uno de los mejores temas del álbum, en el que nuevamente la sección de metal cobra gran protagonismo. Hace unos cuantos años tuve la oportunidad de ver a Phil Collins en directo en la madrileña Plaza de Toros de Las Ventas y cuando llegaba el turno de esas canciones tan suyas con sección de metal os aseguro que la espectacularidad era total, por lo que este sonido podríamos decir que terminaría convirtiéndose en “marca de la casa”.

Los videoclips de Phil Collins han estado carecterizados casi siempre por un marcado sentido del humor. Posiblemente el gran precedente de ello sea precisamente el que acompaña a la canción que acabamos de disfrutar.

Después de la tempestad viene la calma. Lo que quiero decir es que después de unos temas un tanto más intensos y animosos, Collins vuelve a caer en el terreno de la depresión y la desesperación. Da la impresión de que como su estado de ánimo en aquel momento era bastante cambiante el disco muestra los mismos parámetros, además de que llega el momento de hacer aflorar sus verdaderos sentimientos. Pese a que quiera ser optimista, los ánimos son los que son.

Hasta el momento hemos podido encontrarnos con un Collins que mostraba su amargura y su tristeza por su separación pero intentando mostrar su talante más optimista y vitalista, por lo que por momentos podía dar la impresión que el asunto no le había afectado tanto como quería hacer ver. Por este motivo, entra a continuación en un terreno algo más pesimista y deprimente, ofreciéndonos una baladas excepcional como la que viene a continuación.

En esta ocasión el cantante se muestra más lastimero que nunca y nos ofrece un aire muy sombrío a solas con el sonido del piano sin ningún acompañamiento adicional. Con una voz en un tono bajo y lángido, nos deleita con una balada titulada “You Know What I Mean” que según los entendidos en la materia es una de las mejores de su carrera.

Yo no sé si será de las mejores o no, pero lo cierto es que es una de las baladas en las que el sentimiento de frustración más se hace notar en su interpretación. Es como si con esta canción por fin hubiera soltado todo lo que llevaba dentro.

La siguiente canción del álbum define de alguna manera las influencias que recibe este disco y el sonido con el que más se iba a identificar Collins en su carrera en solitario. La sección de metal y viento vuelve a tomar el mando y un sonido cercano al de la “Motown” lo inunda todo para ofrecernos otro de los temas destacados del disco.

Se trata de una canción que podríamos decir que va por libre dentro del disco porque se sale de los parámetros que han marcado a las que hemos escuchado hasta el momento. Un tema independiente con un sonido movido y bailable al que quizás no se le dio la repercusión que debería. Vamos que de haberlo promocionado convenientemente tenía potencial suficiente como para haberse  colocado bastante bien en las listas de éxitos.

Su título es “Thunder and Lightning” y podríamos decir que es el tema que marcaría la tendencia y las señas de identidad de la música de Phil Collins en su carrera en solitario en el futuro.

Supongo que muchos de vosotros os preguntaréis como acogieron sus copañeros de Genesis el éxito que Collins cosechó con su álbum de debut. Aunque de cara a la galería tanto Banks como Rutherford se congratulaban de lo bien que le iba a su amigo, la realidad era bastante distinta ya que los celos eran más que evidentes. Ninguno de los dos esperaba ni por asomo que su compañero fuese a lograr en solitario mejores ventas y mejores críticas que con ellos, y eso era basante duro de llevar.

Lo que está claro es que Collins siempre había huido del exceso de protagonismo en el grupo ya que fue bastante reacio a convertirse en el nuevo vocalista de la banda cuando Peter Gabriel decidió marcharse. Él estaba muy cómodo en su papel de batería y ahora no solamente era el líder de la banda sino que se acababa de convertir en toda una estrella con su primer disco en solitario. Daba la impresión de que todo iba demasiado deprisa.

Y si hablamos de ir deprisa, a continuación llega el tema de más ritmo de todo el álbum. Una canción en la que nos encontramos a un Collins más animado que nunca y con un ritmo que bebe de las aguas del funk para ponernos a bailar de manera inmediata. Una canción en la que introduce dos de los artificios que utilizaría para grabar el disco.

De todos es sabido que Collins se maneja de una manera excepcional con la batería, a pesar de que haya muchos que le consideran un batería bastante discreto, manifestación con la que no estoy de acuerdo porque en directo es descomunal lo que es capaz de hacer con sus bombos y platillos, algo de lo que hablo con conocimiento de causa. Pues bien, para darle todavía un aire más contundente al sonido de la batería programó varias grabaciones para mezclarlas adecuadamente y conseguir un efecto único hasta ese instante. Además, en la canción que viene a continuación le añadiría unas voces distorsionadas con ayuda de un sintetizador y grabadas en varias capas, consiguiendo un resultado excepcional.

Así pues, escuchemos «I’m Not Moving», la canción más innovadora y trabajada de todo el álbum que rompe a lo grande con todo lo escuchado hasta el momento.

Poco a poco nos vamos acercando al final del álbum, da un poco de pena, y para empezar Collins vuelve a sentirse deprimido y herido a partes iguales, obsequiándonos con un baladón de esos de pañuelo de lágrimas en el que volvería a contar con la colaboración de lujo del señor Eric Clapton a la guitarra.

Se trata de una canción que cuenta con un solo de saxo verdaderamente emotivo y un estribillo en el que Collins se empleó con un tono menor casi de falsete. El bajo también se hace notar y en su conjunto podríamos decir que nos encontramos con una melodía plácida e ideal para escucharla tranquilamente en casa tomando relajadamente una cerveza para disfrutar de ella en cada una de sus notas.

Su título es «If Leaving Me Is Easy» y con ella evidentemente vuelve a mostrar su estado de ánimo tras el abandono de su mujer. Podría decirse que esta composición es la que mejor cuenta tanto en lo relativo a su letra como a su ritmo cual era el estado de ánimo del cantante en aquel momento y lo hace con una sensibilidad maravillosa.

Os contaré una anécdota sobre esta canción. Fue publicada como sencillo, aunque solamente en Europa, y cuando la presentó en el programa «Top of the Pops», un auténtico referente de la BBC en aquella época, se colocó frente a las teclas de un piano sobre el que aparecía un bote de pintura y una brocha. Todo obedecía a que su mujer le había abandonado por un pintor y decorador. Poned vosotros los calificativos, a mí ya se me escapan.

Llega entonces el momento de cerrar el disco y lo va a hacer de una manera un tanto extraña. Siempre reconoció que su gran fuente de inspiración fueron The Beatles y por ello quiso cerrar el álbum con un tema de los cuatro de Liverpool y pienso que se le fue la mano, ya que escogió una de las canciones más extrañas de todo su repertorio para versionarla de manera todavía más extraña y dar como resultado una composición que yo no me atrevo a calificar, aunque en algunos momentos quiere sonar como alguno de los temas de los Genesis más auténticos.

En esta canción da rienda suelta a su batería, por lo que la contundencia en cuanto a sonido está garantizada. La canción elegida es el tema con el que The Beatles cerraron su mítico álbum «Revolver». Una composición obra de John Lennon titulada «Tomorrow Never Knows» que hablaba de los efectos del LSD que por aquella época consumía, así que os podéis imaginar que tal mezcla no podía dar como resultado más que un sonido un tanto psicodélico que Collins retuerce aún más en su versión. Una auténtica rareza para cerrar un álbum de lujo.

Como os comentaba al principio, Tony Banks y Mike Rutherford no encajaron demasiado bien que su compañero en Genesis lograra los tremendos resultados de ventas, popularidad y crítica que habían conseguido pero lo cierto es que se darían cuenta de que ése iba a ser el camino para que la banda que formaban los tres pudiera acercarse a los mismos. No veían con mala cara lo de hacer un sonido algo más «comercial» y menos rebuscado porque aunque no lo reconocían, durante la época de Peter Gabriel se sintieron bastante incómodos con la parafernalia y puesta en escena que el por aquel entonces líder de la banda llevaba a cabo.

De lo que no cabe ninguna duda es de que hay un antes y un después tras la publicación de «Face Value» en la carrera de Phil Collins, algo que se haría extensible a la de Genesis. La figura de Collins crecería a lo grande disipando cualquier duda sobre quien era el líder de la banda y a partir de ese instante cada nuevo disco en solitario se convirtió en un grandísimo éxito transformándole casi de la noche a la mañana en un figura de las grandes en el panorama musical internacional, algo de justicia y que le llegó quizás más tarde de lo que merecía.

 

LISTA DE LOS AÑOS 80

Nos toca ya seguir repasando las listas graminoleñas de otros tiempos y empezamos por la década de los 80. No situamos en el 19 de marzo de 1989 momento en el que estrenábamos nueva lista que nos traía una entrada que con el paso del tiempo iba a convertirse en histórica por el escándalo que rodearía a sus responsables. Os cuento toda la historia.

Frank Farian fue un productor alemán que se convirtió en el responsable de uno de los grupos más exitosos y populares de la música disco de los 70 como fueron Boney M. Tras la caída en desgracia de este estilo llevaba tiempo detrás de volver a promocionar algún grupo que le devolviera el éxito y el prestigio perdidos y justamente a finales del año 1988 iba a lograrlo gracias a un dúo formado por un alemán y un francés que se convirtieron en uno de los acontecimientos músicales de aquel momento.

Estos dos jóvenes se llamaban Rob Pilatus y Fab Morvan y la verdad es que lo tenían todo. Eran altos y guapos, sabían bailar y moverse en un escenario y no cantaban mal … o al menos eso es lo que creía todo el mundo porque lo cierto es que cantar no cantaban absolutamente nada porque simplemente ponían su imagen al servicio de las voces de otros artistas que eran los que verdaderamente cantaban. Como os estaréis imaginando estoy hablando de Milli Vanilli, una de las tomaduras de pelo más grandes de la historia de la música moderna.

Con su primer disco, «All Or Nothing» revolucionaron el panorama musical internacional en lo que a música de baile se refiere, vendiendo lo que no estaba escrito y colocando los sencillos que de él se fueron publicando en los primeros puestos de las listas de éxitos de todo el mundo. Sin embargo, el pastel terminaría descubriéndose porque llamaba mucho la atención que no quisieran actuar en directo y que cuando eran entrevistados sus voces no se parecían absolutamente en nada a las que mostraban en sus canciones.

Los que verdaderamente ponían la voz atendían a los nombres de Brad Howell y Charles Shaw y nunca aparecieron en los créditos de los discos. El escándalo sería mayúsculo pero Farian volvería a conseguir unas grandes ganancias económicas gracias a canciones como «Don’t Forget My Number», que permanecería en nuestra lista durante 28 semanas para alcanzar el top 4.

Para que os hagáis una idea del alcance del escándalo, Milli Vanilli han pasado a la historia por ser el único grupo que ha sido desposeído de los premios «Grammy» que logró durante sus años de engaño.

 

LISTA DE LOS AÑOS 90

Avanzamos los diez años de rigor, nos situamos en el 21 de marzo de 1999 y nos disponemos a disfrutar de tres canciones que destacaban en la lista que estrenábamos ese día. Tenemos cambio en el número uno y dos nuevas entradas con claro protagonismo femenino. Vayamos con ellas.

Tras nada más y nada menos que 21 semanas en lo más alto de nuestro ránking, los mexicanos Molotov y su «Gimme Tha Power» abandonaban tan privilegiada posición, cediéndole el testigo al señor George Michael con esa polémica, para algunos, canción titulada «Outside» de la que ya os hablé en su momento y de la que os recuerdo algunas cosas sobre ella.

George Michael acababa de publicar un recopilatorio de grandes éxitos bajo el título de “Ladies & Gentlemen: The Best of George Michael”, y como no podía ser de otra manera, entre sus canciones se incluía algún tema inédito, como era el nuevo número 1 y con el que iba a levantar un considerable revuelo.

Seis meses atrás, Michael había vivido una situación bastante desagradable cuando fue sorprendido por un agente de la ley en California manteniendo relaciones sexuales con otro hombre en unos urinarios púbicos, siendo procesado y condenado por escándalo público. Esta situación traería consigo que hiciera pública su homosexualidad, algo que no había reconocido nunca hasta ese instante. Con «Outside» se tomaría cumplida venganza, despreciando en su letra la falsedad de la sociedad y mostrando en el videoclip su versión de lo acontecido.

Como ya os digo, aquel 21 de marzo se situaría en lo más alto de nuestra lista donde permanecería durante 6 semanas.

Vamos ya con las dos entradas que registraba la lista noventera que estamos analizando y para empezar vamos con una de las grandes divas de la música como es «Whitney Houston» que por aquel entonces se encontraba en un gran momento dentro de su carrera aunque ya había comenzado a meterse en esos terrenos peligrosos que la harían acabar de la funesta manera que lo hizo en gran medida por su relación sentimental con «Bobby Brown».

La canción en cuestión estaba incluida en su cuarto álbum de estudio, titulado «My Love Is Your Love» y aunque ella siempre lo desmintió, posiblemente se trate de un toque de atención a su marido con motivo de las continuas infidelidades que éste llevaba a cabo en su relación, eso por no hablar de los malos tratos.

Y es que la letra de esta canción habla de una mujer que tras escuchar las justificaciones de su esposo infiel le va poniendo en su sitio hasta terminar echándole de casa. Eso sí, la puesta en escena del videoclip es impecable, como siempre, y Whitney luce su voz en estado puro en este «It’s No Right But It’s Okay», con el que nos acompañaría en lista durante 61 semanas para alcanzar el top 2.

Como ya os digo, Whitney todavía no había entrado en esa fase de autodestrucción pero su declive estaba empezando a aparecer. Prueba de ello es que ésta sería la última ocasión en la que colocaría un sencillo en nuestra lista.

La segunda entrada que se producía aquella semana era un inesperado retorno de un grupo que se encuentra entre mis favoritos de toda la vida y que tras nada más y nada menos que 17 años de retiro había regresado para deleite de sus admiradores. Una banda en la que el protagonismo de su vocalista femenina lo eclipsaba todo en sus mejores tiempos y en el momento del retorno también. Estoy hablando de Blondie con la maravillosa y ya veterana Debbie Harry a la cabeza.

Un año atrás habían decidio volver a reunirse y recordar viejos tiempos para iniciar una gira sin mayores pretensiones. Sin embargo, fue tanta la química que recuperaron y tal la aceptación que tuvieron entre el público, tanto el veterano que los había disfrutado en sus buenos tiempos como el más joven que apenas los conocía, que decidirían continuar juntos durante más tiempo y dar cuerpo a un nuevo álbum. La ocurrencia terminaría siendo todo un acierto.

Así pues, en el año 1999 saldría al mercado “No Exit” un disco que presentaba las habituales señas de identidad del grupo capaz de ofrecer buen pop, rock, reggae e incluso rapear si era necesario. Ya no eran unos niños, sin ir más lejos Debbie contaba en aquel momento con 53 años de edad, pero demostraron con creces que el talento no se pierde y que seguían siendo muy grandes.

Ni que decir tiene que su regreso sería uno de los acontecimientos musicales de aquel año y el álbum tendría una grandísima acogida tanto por parte del público como de la crítica especializada en la materia. Mucho ayudaría el tremendo éxito cosechado con el tema que sería publicado como sencillo, una composición obra del teclista Jimmy Destri que destilaba sonido Blondie por los cuatro costados.

De hecho, “María” se convetiría casi de inmediato en otro de los grandes clásicos de la banda y en una de las canciones más escuchadas en las emisoras de radio aquel año 1999. Un grandísimo tema que nos acompañaría durante 65 semanas para llegar a ocupar el número 1 en algunas de ellas. Un magnífico regreso.

 

LISTA DEL NUEVO MILENIO

Finalizamos ya el repaso a las listas graminoleñas de otros tiempos y no abandonamos el protagonismo femenino ya que la única entrada que se producía en la lista que se estrenaba el 15 de marzo de 2009 venía de la mano de una joven cantante escocesa que sorprendería gratamente con su álbum de debut cosechando un tremendo éxito con una música fresca y directa. Estoy hablando de Amy Macdonald.

Con una música vinculada al folk-rock y una voz bastane peculiar, la escocesa se convirtió en una de las grandes revelaciones del año 2009 con su álbum de debut titulado “This Is The Life” aunque le costaría un poco llamar la atención del público ya que no sería hasta la aparición en el mercado del tercer sencillo de este disco cuando lograría el éxito definitivo y que el público británico en un primer momento y del resto de Europa a continuación se sintiera atraído por la música que en él se incluía.

Con un sonido marcado por la guitarra acústica y algunas canciones que son auténticas joyas, Amy Macdonald cosecharía un éxito que no ha vuelto a repetir en su carrera que ha terminado por circunscribirse casi en exclusiva al Reino Unido, obteniendo a partir de entonces menor repercusión en el resto de Europa. De todas maneras, la publicación como tercer sencillo del tema que daba título al álbum la catapultó como una de las artistas más destacadas del año 2009 y se convertiría en la única presencia en nuestra lista, aunque con unos resultados excepcionales con 56 semanas de permanencia para alcanzar el puesto número 2 como mejor registro.

 

COMPARTE QUE ALGO QUEDA

Nos vamos acercando poco a poco al final del número de “La Graminola” de hoy pero todavía nos quedan por disfrutar un buen puñado de canciones. Antes de sumergirnos en la contraportada vamos con esos momentos inolvidables en los que distintos artistas deciden unir sus fuerzas para ofrecernos colaboraciones llenas de talento. Aquí tenemos tres ejemplos.

 

THE COMMUNARDS & SARAH JANE MORRIS / DON’T LEAVE ME THIS WAY

El mundo de la música está repleto de colaboraciones entre grandes artistas y en un porcentaje bastante elevado la mejor manera de unir sus fuerzas consistía en realizar versiones de grandes clásicos que retomaban protagonismo y cobraban un sonido muy especial. El primer tema que os ofrezco en el día de hoy en la sección que semanalmente dedicamos a los grandes duetos cumple con estos parámetros.

Jimmy Somerville había iniciado junto a Richard Coles una nueva etapa en su carrera formando The Communards tras sus primeros pasos en el mundo de la música en Bronski Beat. El dúo se había convertido a base de una música animosa y cercana al tecno-pop en uno de los grupos de mayor éxito de la época y a pesar de que su recorrido no fue demasiado largo, poco más de tres años permanecieron juntos, fueron capaces de dejarnos unos cuantos himnos de la música de la década de los 80, como el que viene a continuación.

Iniciaron su andadura en 1985 y un año más tarde, Jimmy conocería a una cantante inglesa llamada Sarah Jane Morris que había formado parte de varios grupos ofreciendo unas interpretaciones espectaculares gracias a un tono de voz muy grave que no dejaba indiferente a nadie. Alguien pensó que ese tono podía encajar perfectamente con el contraste que Jimmy ofrecía con su peculiar y famoso falsete y tras llevar a cabo una improvisación informal se dieron cuenta de que la idea de grabar algo juntos podía ofrecer unos resultados excepcionales.

A Somerville le encataba un tema de los años 60 titulado “Don’t Leave Me This Way”, un clásico de aquella época, que había sido interpretado en su momento por Thelma Houston por un lado y por Harold Melvin & The Buenotes por el otro, ofreciendo versiones bien diferenciadas entre sí. Ésta sería la canción elegida para compartir protagonismo con Sarah Jane, aunque habría sus más y sus menos entre los dos miembros de The Communards ya que Somerville prefería ajustarse a la versión de Thelma Houston mientras que Coles prefería la de Harold Melvin. Como era de esperar, el cantante de los falsetes imposibles se saldría con la suya.

Así pues, en el año 1986 nos regalarían esta magnífica versión de “Don’t Leave Me This Way” con una mezcla simplemente mágica de la voz aguda en falsete de Jimmy y la grave y rotunda de Sarah Jane, los papeles cambiados de manera genial, que superaría con creces las versiones iniciales que de este tema se realizaron en la década de los 60. Que levante la mano quien no haya vibrado y bailado con esta espectacular colaboración.

 

OWL CITY & CARLY RAE JEPSEN / GOOD TIME

Avanzamos a continuación unos cuantos años en el tiempo y nos situamos no demasiado lejos de la actualidad, ya que la segunda colaboración que “La Graminola” os ofrece esta semana data del año 2015. Un tema que tendría cierta aceptación en nuestro país y en el resto de Europa y que lo petaría a lo grande al otro lado del Atlántico tanto en tierras norteamericanas como canadienses, de la mano de un grupo estadounidense y una cantante de Canadá.

Owl City es un grupo de música electrónica norteamericano que por aquel entonces ya había logrado unos cuantos éxitos y se había hecho un nombre en el panorama musical internacional. Aquel año 2015 decidieron que era el momento de asaltar también el mercado Canadiense y para ello se les ocurriría contar con el apoyo de una de las cantantes de ese país de mayor éxito y popularidad.

Se trataba de Carly Rae Jepsen, una jovencísima cantante que había conquistado al público canadiense con su desparpajo y simpatía tras participar en el talent-show televisivo “Canadian Idol” en el que acabaría en la tercera posición. Tanto los norteamericanos como ella se encontraban en un gran momento de popularidad en sus respectivos países y con esta colaboración iban a ir un paso más allá cruzando las respectivas fronteras para seguir cosechando el éxito.

La canción en la que unirían sus fuerzas llevaría el título de “Good Time” y encajaba perfectamente con los estilos de ambos, ofreciendo un sonido de pop desenfadado aderezado con los habituales arreglos de sintetizador de los norteamericanos. Nada del otro mundo pero que supera con creces cualquier tema de los que triunfa hoy en día.

Esta canción vendría acompañada de cierta polémica. Un compositor norteamericano que respondía al nombre de Allyson Nichole Burnett les acusó de plagio sobre una de sus canciones titulada “Ah, It’a Love Song” presentando la correspondiente demanda. Para evitar el escándalo, los acusados llegarían a un acuerdo económico con él para que retirara la denuncia algo que hizo. Sin embargo, poco después se descubrió que la acusación no tenía ningún fundamento y los demandados se convertirían en demandantes y no solamente recuperarían el dinero pagado sino que además recibirían una considerable indemnización. Se pasó de listo el señor Burnett y lo pagó bastante caro.

 

MC MIKER «G» & DEEJAY SVEN / HOLIDAY RAP

Vamos a cerrar la sección de colaboraciones de esta semana a lo grande, con una de esas canciones que todos los que somos de mi generación hemos bailado hasta la saciedad. Un tema creado a ritmo de rap inspirándose en uno de los éxitos más representativos de la carrera de Madonna.

Lo de que dos DJs decidan colaborar en algunas creaciones no es nuevo. Muchos se piensan que eso se ha inventado desde que existen los David Guetta y compañía, pero lo cierto es que en la década de los 80 ya era habitual realizar estas prácticas. Uno de los temas remezclados a ritmo de rap más original y de mayor éxito iba a llegar en 1986 y se iba a convertir en una de las canciones de ese año y en uno de esos temas que se convierten en llenapistas nada más salir al mercado.

Los protagonistas eran dos holandeses llamados Lucien Witteveen y Sven van Veen aunque sus nombres artísticos eran MC Miker & DJ Sven respectivamente. Juntos darían lugar a un tema irrepetible inspirado en “Holiday”, el primer gran éxito de la carrera de Madonna y de ella se realizarían infinitas remezclas, alguna de las cuales incluía la voz de la propia cantante, aunque la más genuina sería la original, la que yo os ofrezco a continuación y que invita a bailar desde sus primeras notas. Así pues, todos a recordar viejos y mejores tiempos al ritmo de “Holiday Rap”.

Cuando este tema salió al mercado, Madonna ya empezaba a ser una estrella a nivel mundial gracias a “Like A Virgin”, pero lo cierto es que “Holiday” había tenido una repercusión menor en Europa a pesar de haber llegado al número uno en las listas de éxitos de los Estados Unidos. “Holiday Rap” no solamente se convertiría en un pelotazo sino que serviría para que en el Viejo Continente el tema en el que se inspiraba recuperara el terreno y se convirtiera también en un gran y rotundo éxito.

 

LA ÚLTIMA DE LA GRAMINOLA

Llega el momento de ir cerrando el garito por esta semana y para hacerlo como Dios manda tenemos una contraportada que nos trae la música de uno de los grandes monstruos del rock que cumple años, el recuerdo de un grupo nacional bastante original y una novedad de lo mejorcito del indie de nuestro país. Para no perdérsela.

 

EFEMÉRIDE

 

Ya fuera con Supertramp o en solitario, la música de Roger Hodgson siempre ha sido excepcional. Hoy cumple años y lo celebramos como Dios manda recordando uno de sus temas más representativos. Todo un lujo.

 

El protagonista de la efeméride de esta semana es uno de los grandes. Se trata de un artista descomunal que formó parte de una de las mejores bandas de rock que hayamos podido disfrutar y que en solitario también nos ha ofrecido momentos brillantes. Hoy celebramos que un 21 de marzo de 1950 venía al mundo el señor Roger Hodgson.

Mantuvo una dura pelea por el liderato dentro de esa grandísimba banda que fue Supertramp con otro de los grandes como es Rick Davies, una pugna que les obligaría a ambos a dar lo mejor de sí mismos y regalarnos momentos únicos. Con su inconfundible voz de falsete se convirtió en uno de los artistas más importantes de los 70 y de los 80, dando muestra de un talento tremendo a la hora de componer.

Las disputas y la batalla de egos entre él y Davies irían mermando poco a poco la sintonía entre ambos y en el año 1981 Hodgson se compró una casa apartado de la civilización donde construyó un pequeño estudio de grabación en el que comenzó a trabajar con algunas canciones para iniciar su carrera en solitario, algo que llevaría a cabo nada más terminar la gira promocional del disco “Famous Last Words” momento en el que anunció su salida de Supertramp.

Los seguidores de la mítica banda se sentirían un tanto huérfanos con su marcha pero a cambio recibirían con gusto la nueva etapa de Hodgson como solista que se iniciaría a lo grande con la publicación en el año 1984 de su primer disco al margen de sus hasta entonces compañeros de fatiga. Un grandísimo disco del que se extraía el tema que quiero compartir hoy con todos vosotros para celebrar su 69 cumpleaños en el día de hoy.

Este álbum de debut llevaría el título de “In the Eye of the Storm” y es un disco descomunal. Muchas de sus canciones suenan al Supertramp más auténtico pero con ciertos toques diferenciales que le hacen único. Es sin duda alguna el mejor trabajo de su carrera en solitario y entre las canciones incluidas en el mismo yo destacaría esta joya titulada “Had a Dream (Sleeping with the Enemy)”. Hodgson en esencia pura.

 

LA EDAD DE ORO DE LA MÚSICA ESPAÑOLA

 

Nacieron en la época de «La Movida», se nutrieron de artistas vinculados a la misma pero siempre se diferenciaron de ella. La sección dedicada a grandes momentos de la música de nuestro país está protagonizada en el día de hoy por un peculiar grupo madrileño que atendía al nombre de Ciudad Jardín. Originales hasta decir basta.

 

La música española de la contraportada de esta semana nos llega de la mano de un grupo un tanto atípico. Así hay que calificar una banda creada en Madrid por un artista que antes de darle cuerpo tuvo un paso fugaz por un par de grupos vinculados a “La Movida Madrileña”, movimiento del que se desmarcó totalmente con su nuevo y muy personal proyecto. Un grupo que tuvo un recorrido de quince años con continuos altibajos pero dejándonos algunos temas que son parte de la historia del pop español.

El creador de esta banda, y auténtica alma máter, fue Rodrigo de Lorenzo, quien había militado con anterioridad en Ella y los Neumáticos, donde compartió honores con Christina Rosenvinge, y en Glutamato Ye-Ye. En el año 1982 decide dar forma a su propio grupo al que denomina Ciudad Jardín y desde el primer momento se desmarca de todo lo que rodeaba a “La Movida” intentando tener sus propias señas de identidad lo que supuso ganarse la fama de grupo creativo y original así como un tanto raro y atípico.

Durante sus primeros años no acabó de llegarles el éxito a nivel comercial, a pesar de que quedar en segunda posición en una de las ediciones del “Festival de Rock de Villa de Madrid” les aportaría un pequeño impulso. En el año 1985 se originaría una pequeña crisis dentro del grupo y de Lorenzo decidió disolverlo y centrarse en su carrera en solitario, pero dos años después volvería con ansias renovadas rehaciendo la banda con la incorporación de Paco Musulén y Luis Elices, dos músicos que acababan de abandonar Objetivo Birmania. Esta nueva fórmula les llevaría lograr por fin el reconocimiento que tanto buscaban.

Ese mismo año saldría al mercado el disco más representativo de su carrera bajo el título de “Dame Calidad”, con el que conseguirían el mayor número de ventas y en el que se incluían algunas de las canciones por las que siempre serán recordados, entre las que se encontraba este inclasificable e inconfundible “Su Casa es Suya”.

Después de este trabajo seguirían publicando algunos discos más con resultado desigual y ya sabemos que en el mundo de la música si no vendes muchos discos vas perdiendo fuelle y eso es lo que les sucedería a ellos que en el año 1997 decidieron arrojar la toalla definitivamente.

 

NOVEDAD

 

Son uno de los grupos que pueden considerarse como reyes del indie español y acaban de publicar un nuevo álbum con muy buena música. Se trata de Miss Caffeina quienes dan una nueva vuelta de tuerca más a su carrera con «Oh Long Johnson» un disco redondo de principio a fin que irradia optimismo y ritmo por los cuatro costados. Un imprescindible.

 

Para poner broche de oro al número de “La Graminola” de esta semana vamos con la habitual recomendación de un disco recién salido del horno. En esta ocasión nos llega de la mano de uno de los mejores grupos que existen en la actualidad en nuestro país y que desde la publicación de su anterior trabajo ya se han convertido en referencia musical absoluta. Estoy hablando de Miss Caffeina.

Hace tres años publicaron un magnífico disco titulado “Detroit” con el que demostraron que muy pocos son capaces de hacer la muy buena música que ellos ofrecen. De verdad es un disco muy recomendable y he de reconoceros que yo lo he escuchado hasta la saciedad y no me canso de hacerlo. Lo mejor de todo es que con el álbum que acaban de sacar al mercado siguen las mismas pautas con una música muy similar y una calidad idéntica.

El nuevo álbum lleva el título de “Oh Long Johnson” y en él Alberto Jiménez, Sergio Sastre, Álvaro Navarro y Antonio Poza se muestran más maduros que nunca y dan la impresión de saber manejar la situación a su antonjo, ofreciéndonos su habitual sonido pop con marcada presencia de sintetizadores acompañados de sus precisas guitarras, garantizando la diversión y el baile en sus actuaciones en vivo donde lo dan todo provocando una comunión con el público que asiste a sus conciertos que está al alcance de muy pocos.

La canción que ha servido de presentación de este muy recomendable disco lleva el título de “Merlí” y está basada en una serie de la televisión autónoma catalana del mismo título, sirviendo como excusa para hablar de algunas de las intolerancias más evidentes de la sociedad en la que vivimos, mostrándose más involucrados que nunca en temas sociales. Un paso más dentro de una carrera impecable.

Aquí lo dejamos por hoy con la promesa de que en tan sólo siete días estamos de regreso con la mejor música que os podáis imaginar. Os espero a todos y que se corra la voz.

Hasta entonces, Graminoleños.

JUAN JOSÉ GOMARIZ